LeBron no culpa a Warriors por formar una potencia

CLEVELAND (AP) — LeBron James estaba consciente de lo que podía ocurrir cuando Kevin Durant se incorporó a los Warriors, un equipo que había impuesto un récord con 73 victorias en la campaña regular pero que había perdido la final ante Cleveland&#

CLEVELAND (AP) — LeBron James estaba consciente de lo que podía ocurrir cuando Kevin Durant se incorporó a los Warriors, un equipo que había impuesto un récord con 73 victorias en la campaña regular pero que había perdido la final ante Cleveland y buscaba venganza.

El astro de los Cavaliers, quien disputa su séptima final consecutiva, entendía que Golden State se había convertido en un gigante, y que tal vez ningún equipo había reunido antes a tanto talento en la historia de la NBA.

Y aunque parece una certeza que James y Cleveland serán barridos por segunda ocasión en una final, la estrella no culpa a los Warriors por incorporar a Durant a un plantel que contaba ya con gente como Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green.

“Esas son las reglas”, dijo James el jueves, después que los Cavaliers perdieron 118-113 para quedar con desventaja de 3-0. “¿Es justo? No me importa. Es fabuloso para nuestra liga. Ahora mismo, miren los niveles de audiencia de televisión, miren el dinero que ingresa a la liga. O sea, a ustedes (periodistas) les encanta este deporte, a los fanáticos les encanta este deporte. ¿Quién soy yo para decir si es justo o no?”

De hecho, fue James quien puso el ejemplo a Durant. Se fue de Cleveland en 2010 como agente libre para juntarse con Chris Bosh y Dwyane Wade en Miami. El Heat conquistó dos títulos consecutivos y llegó cuatro veces en fila a la final.

James agregó que la NBA no es la única liga donde se han armado dinastías a fuerza de dinero, y mencionó los casos de los Yanquis de Nueva York en el béisbol y los Cowboys de Dallas en la NFL.

“Yo no voy a decir si es justo o no que un equipo incorpore a jugadores”, indicó. “Eso pasa, así es el deporte. Uno tiene la oportunidad de fichar a uno de los mejores jugadores, tiene que hacerlo. ¿Por qué no? Si alguna vez fuese dueño (de equipo), voy a tratar de contratar a todos”.

Tras hacer ese comentario, James se marchó del estrado, poniendo fin a una conferencia de prensa en la que habló de lo que parece el amanecer de una dinastía de Golden State. Se refirió también a su propio futuro y a las críticas por una jugada en la derrota del miércoles.

Lo normal habría sido que James se mostrara malhumorado, dado que sus esperanzas de ganar un cuarto título _segundo consecutivo con Cleveland_ se evaporaron prácticamente en los últimos minutos del tercer encuentro.

Golden State superó por 11-0 a los Cavs en la recta final y amplió a 15-0 su foja en estos playoffs, algo sin precedente. Hay motivos de sobra para creer que los Warriors se coronarán el viernes.

Pero a no ser por un exagerado bostezo antes de que le hicieran la primera pregunta, James se mostró optimista y satisfecho, al considerar que ha hecho todo lo posible por frenar a los Warriors, quienes han vapuleado al resto de los equipos de la NBA durante semanas.

James participó por primera vez en una final hace 10 años. Los Cavs fueron barridos entonces por San Antonio, que se apoderó del trofeo Larry O’Brien por tercera vez en cinco años. En aquel momento, un título parecía muy alejado de James. Ahora, el cuarto luce igual de distante, ante unos Warriors que meten miedo.

“Creo que parte de mi destino es jugar contra equipos que están armando una dinastía”, dijo James. “Éste ha sido el mejor equipo de nuestra liga en los últimos tres años. Ganaron un título, y el año pasado lograron la mejor temporada regular de la historia. Es quizás uno de los mejores equipos que se hayan visto en los playoffs, pero debemos sobreponernos a eso””.

En cuanto a su futuro, James, quien promedia 32 puntos, 12,3 rebotes y 10,3 asistencias en la final, no ha decidido por cuánto tiempo seguirá jugando.

“Definitivamente quiero competir”, indicó. “Quiero luchar por el campeonato cada año. Veremos qué pasa”.

James ha sido criticado por no mostrarse más agresivo en las postrimerías del tercer duelo, cuando envió un pase a Kyle Korver, quien erró un triple que hubiera asegurado el triunfo con 50 segundos por jugarse.

Acto seguido, Durant embocó de larga distancia.

James desmenuzó la jugada, mencionando cada detalle: Green había acumulado cinco faltas, Durant estaba cayendo, Curry marcaba a Kevin Love y Korver estaba desmarcado en un rincón.

Pero James no se arrepiente.

“Haría exactamente lo mismo”, afirmó.

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