Velar el cuerpo de Yulissa Castro en La Nueva Barquita fue un momento traumático que terminó con enfrentamientos entre miembros de la Policía Nacional y residentes del proyecto habitacional.Y es que la decisión del Patronato La Nueva Barquita de no permitir velatorios dentro del conjunto habitacional, ubicado en La Javilla de Sabana Perdida, Santo Domingo Norte, provocó molestias a estos moradores que exigían ayer velar a la joven de 24 años dentro del apartamento donde vivió por unos meses.
Pese a esta disposición y oposición de la fuerza policial, los familiares lograron velar el cuerpo de la mujer en la sala de su apartamento en el edificio A 20 de 1:00 a 3:00 de la tarde, alegando que tienen el derecho de velar a sus difuntos donde prefieran. Castro murió la noche del miércoles en el hospital Ney Arias Lora, tras permanecer varios días interna luego de sufrir un accidente el sábado a bordo de una motocicleta dentro de La Nueva Barquita.“Esa muerta es de nosotros, que nos dejen enterrarla” gritaban decenas de residentes que vigilaban celosamente el apartamento.
Máximo Báez Aybar, director de la Regional Santo Domingo Norte, quien se presentó al lugar, indicó que no se puede velar dentro de La Nueva Barquita por razones de salud.
En tanto, Lorenni Florián, dirigente comunitaria, dijo que cuando mudaron a más de 1000 familias de la orilla del río Ozama, en La Barquita, Santo Domingo Este, el Patronato ofreció el salón multiuso para hacer los velatorios, pero según indicó ella y otros comunitarios la entidad ahora cobra 7 mil pesos.
Mediante una nota de prensa, el Patronato informó que por “razones de salubridad y seguridad, los cuerpos de fallecidos no pueden ser velados en La Nueva Barquita” y que para estos fines en las inmediaciones del proyecto está la funeraria municipal.
En ese sentido, comunicó que la entidad se ofreció hacerse cargo desde el carro, servicios fúnebres, traslados al funeral y acto de sepelio que corresponde a este tipo de protocolos.
