República Dominicana, el Hollywood del Caribe

¿Una película de acción en la selva venezolana? ¿Un filme de terror en un océano mexicano? ¿Un drama en el Congo o en La Habana? No importa, puede rodarla en República Dominicana.

¿Una película de acción en la selva venezolana? ¿Un filme de terror en un océano mexicano? ¿Un drama en el Congo o en La Habana? No importa, puede rodarla en República Dominicana.

Las exuberantes montañas, las playas de arena blanca y la arquitectura colonial de esta nación se ven cada vez con más frecuencia en largometrajes y series de televisión de productoras internacionales, persuadidas por un plan gubernamental que mediante incentivos fiscales busca convertir a Dominicana en un nuevo centro de creación cinematográfica, en el Hollywood caribeño.

“Ya estamos en el mapa”, dijo Yvette Marichal, directora del instituto gubernamental creado en 2010 para promover al país de más de 10 de millones de habitantes como un destino para productoras cinematográficas internacionales.

El año pasado se rodaron en Dominicana producciones internacionales como la estadounidense “xXx: Return of Xander Cage”, protagonizada por Vin Diesel, y “True Memoirs of an International Assassin”, para Netflix. También se filmó aquí la británica “47 Meters Down”, con la actriz Mandy Moore y que se estrena a mediados de junio en las salas de cine estadounidenses.

En 2010 se produjeron apenas tres filmes locales, pero para 2016 la cifra alcanzó 20 cintas nacionales y 45 producciones audiovisuales extranjeras, incluidos un par de largometrajes, varios documentales y programas de telerrealidad, con una derrama económica de 86,6 millones de dólares y la creación de 4.000 empleos.

“Tenemos casi todos los ecosistemas en esta islita”, dijo Marichal, quien habló con The Associated Press unos días después de haber asistido al Festival de Cannes para promocionar al país como locación y mostrar su talento artístico y técnico. “Sólo nos falta la nieve, pero para eso tenemos estudios”.

Desde 2011 República Dominicana ha instalado cada año un pabellón en el Mercado de Cine de Cannes para ofrecer los detalles de sus programas de créditos fiscales para producciones extranjeras de más de 500.000 dólares y de las facilidades de infraestructura y logística.

Además de los largometrajes, las producciones para televisión se han convertido en una constante, como la versión turca de las serie de competencias “Survivor”, que se mudó en 2011 de Filipinas a Samaná, 250 kilómetros al noreste de Santo Domingo.

La franquicia griega de la misma serie de competencias trasladó este año sus grabaciones de la Patagonia argentina al norte de Dominicana, mientras la versión sueca de “The Bachelor” utilizará locaciones en Punta Cana.

El expresidente Leonel Fernández promovió durante su segunda administración (2004-2008) un plan para convertir al país en lo que él llamó el “Dollywood de América Latina”, luego de que en la década pasada las calles de Santo Domingo se convirtieron en escenarios de La Habana, Haití y el Congo para las cintas “The lost city”, de Andy García; “Miami Vice”, de Michael Mann; y “The Good Shepherd”, de Robert de Niro.

“Ese asomo de inversión hacia la República Dominicana sin ningún tipo de incentivo es lo que motiva al presidente”, comentó Omar de la Cruz, secretario del consejo asesor del poder Ejecutivo en materia de cine.

Aunque ya en los años 70 el país había sido usado como locación para rodar todas las escenas de Cuba en la película The Godfather II, así como algunas escenas de “Sorcerer” y “Apocalypse Now”, no se trató de un proyecto integral para crear una industria cinematográfica local.

En 2010 se puso en marcha la ley de fomento al cine, que establece la devolución en créditos fiscales del 25% de todos los gastos en los que incurran las producciones audiovisuales, siempre que superen los 500.000 dólares, así como exenciones de impuestos a la importación de equipos audiovisuales.

La cinta “A dark truth” protagonizada por Andy García se convirtió en 2011 en el primer filme que recibió los créditos fiscales previstos por la ley.

Los grupos empresariales dominicanos más importantes también han incursionado en la producción de filmes motivados por los incentivos.

Lantica Media, de la acaudalada familia Vicini, puso en marcha en 2013 en asociación con la británica Pinewood sus estudios cinematográficos, considerados los más modernos del Caribe y que cuentan con el que aseguran es el estanque para efectos acuáticos más grande de América Latina.

Rafael Núñez, uno de los directores de producción en Latica Media, dijo que para la cinta ““xXx: Return of Xander Cage” se contrataron 300 técnicos locales.

El impulso a la industria también ha tenido un impacto en la oferta académica, que abrió programas para capacitar a los técnicos que requerirán las productoras, obligadas por la ley a contratar mano de obra local.

“Definitivamente habrá un antes y un después en la industria de cine local”, dijo María López, coordinadora de la recién creada licenciatura en Cine y Comunicación del Instituto Tecnológico de Santo Domingo.

Otras cinco instituciones académicas abrieron o están por abrir sus carreras en cine y la mayor universidad estatal, que ya contaba con la carrera, ha visto un incremento exponencial de su matrícula.

“Me alienta ver cómo Dominicana ha logrado tanto en tan poco tiempo”, dijo Marichal.

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