La dicha de haber conocido a El Men

Moverme por diferentes lugares del mundo; alternar al lado de personas de diferentes conductas; con distintas clases sociales, y de las más variadas formas de proceder, me ha permitido apreciar, tener en cuenta aquellos a quienes trato, y saber la consideración que merecen.

I.- Mis consideraciones sobre El Men

1.- Moverme por diferentes lugares del mundo; alternar al lado de personas de diferentes conductas; con distintas clases sociales, y de las más variadas formas de proceder, me ha permitido apreciar, tener en cuenta aquellos a quienes trato, y saber la consideración que merecen.

2.- En los primeros meses de la década del sesenta del siglo pasado, conocí a Jorge Puello Soriano-El Men. Luego tuve la oportunidad de tratarlo de cerca; intimidad política y familiar, hasta el punto de encomendarme tareas en las que estaba de por medio su vida y la de algunos camaradas suyos.

3.- El hecho de conocer bien a El Men, me permitió distinguirlo como persona; entender la reciedumbre de sus convicciones políticas; identificarlo como un revolucionario coherente y de rectas actuaciones. Fue un dedicado a la causa que abrazó desde muy joven, entregado al accionar político por los intereses de los trabajadores.

4.- A El Men, siempre le vi dispuesto a la brega por los derechos y libertades de su pueblo. Sumamente sensible, de trato delicado y receptivo. Demostró disposición, estar en condiciones de decir que si cuantas veces se solicitó su concurso para que se impusiera la justicia sobre el despotismo.

5.- El Men tenía un gran sentido de la colaboración, ampliamente solidario; presto para respaldar a los que accionaban para acabar con las diferentes formas de opresión. Supo identificarse con los pueblos que se debatían batallando contra el colonialismo, se adhería a quienes necesitaban se les extendiera la mano amiga.
6.- Demostró tener un gran valor, fue un ser humano de mucho arrojo. En diferentes escenarios exhibió su audacia en la defensa de sus ideas probando intrepidez y hasta osadía. No conocía el miedo; la cobardía siempre le fue extraña.

7.- El Men estaba formado para rivalizar, lo mismo que para armonizar. No se creía portador de la verdad absoluta; sin transigir en su posición ideológica estaba dispuesto a dialogar, a platicar en torno a los temas más variados. Fue un gran conversador.

8.- El origen clasista y la habitualidad en el ejercicio de la política, hicieron posible que El Men adquiriera amplio dominio de los métodos que precisa dominar el cuadro dirigente revolucionario. Supo combinar la teoría y la práctica, lo que en su oportunidad le permitió demostrar que estaba en condiciones de cambiar de la lucha política legal a la ilegal, de la abierta a la clandestina, y de la pacífica a la violenta.

9.- El Men, fue un hombre dinámico, activo, afanoso. Siempre con un proyecto en su mente; emprendedor, enérgico, muy laborioso. La última vez que hablamos me expuso la idea de levantar un monumento con motivo de cumplirse ahora cien (100) años de la Revolución de Octubre.

10.- Quienes tuvimos la dicha de compartir con El Men, sabemos que fue perseverante en busca de que nuestro pueblo disfrutara de mejor vida material y espiritual. La tenacidad de como abrazó la política revolucionaria hicieron de él un modelo de constancia hacia el objetivo que perseguía.

11.- El material humano del cual demostró estar formado El Men, y por lo que fue su accionar político, sirve de ejemplo de lo que debe ser un militante político identificado con las mejores causas; un modelo de lo que está llamado a ser el revolucionario consecuente con los principios que dice sostener.

12.- A El Men, en diferentes ocasiones, para que no fuera a caer en manos de sus perseguidores políticos, al igual que como hice con sus compañeros Lorenzo Vargas –El Sombrerero- y Onelio Espaillat, le puse mi casa como centro de ocultación y alojamiento, llegando a compartir el mismo aposento donde dormían mis hijos, todavía muy pequeños, Jordi y HoChi.

II.- Una vivencia como abogado de El Men

13.- Por su militancia revolucionaria, El Men fue objeto de acusaciones infamantes, afrentosas e injuriosas, con el fin de presentarle ante la opinión pública como un vulgar pandillero ligado con el bajo mundo delincuencial. Me voy a permitir narrar la última experiencia que tuve con El Men como su abogado.

14.- Fueron momentos dolorosos, mortificantes y de incertidumbre los que vivió el pueblo dominicano durante todo el año 1975. Las acciones represivas del régimen del doctor Joaquín Balaguer, no tenían límites; su gobierno no les daba tregua a sus adversarios. Cada organización política opositora contaba con dirigentes a los cuales los órganos de represión les tenían la vista puesta, como fue el caso de Jorge Puello Soriano (a) El Men, del Movimiento Popular Dominicano- MPD-.

15.- La Policía Nacional, cada vez que ocurría un hecho de delincuencia común incluía entre los autores a El Men, con la finalidad de, en el momento oportuno, eliminarlo físicamente, o detenerlo y mantenerlo en prisión por tiempo indefinido. El organismo policial le preparó 25 acusaciones diferentes que fueron desde un asalto al Banco Popular Dominicano, hasta el asesinato de guardias y policías.

16.- Por El Men figurar en expedientes muy diversos, en los cuales habían sido incluidos otros de sus compañeros de partido, el finado doctor Orlando Rodríguez y yo, estábamos en el deber de asistir en sus medios de defensas a todos los coacusados, aunque no les conociéramos personalmente.

17.- El expediente en el cual el Servicio Secreto de la Policía Nacional, vinculó a El Men en el asalto al Banco Popular Dominicano, en acta levantada al efecto, y que consta en la Providencia Calificativa No.46-76, del proceso No.165-75 de fecha 6 de julio de 1976, dictada por el Juez de Instrucción de la Cuarta Circunscripción del Distrito Nacional, dice lo siguiente:

a) Que siendo aproximadamente las 11:00 horas de la mañana del día 30 de enero del pasado año 1975, un grupo de elementos portando armas cortas y largas, integrantes del Movimiento Independiente Revolucionario Dominicano, formado por dirigentes y miembros de los grupos «Los Trinitarios» y «Los Comandos de la Resistencia del Movimiento Popular Dominicano», se presentaron a la agencia del Banco Popular Dominicano, ubicado en la calle A de la Zona Industrial de Herrera, y después de darle muerte al sargento Félix Victoria Ávila, del E. N., de servicio de custodia allí, penetraron violentamente a dicha entidad bancaria, encañonado con armas a los empleados y clientes que se encontraban, obligando al señor Rafael Eduardo Suazo Martínez, bajo la amenaza de dispararle, a que abriera la caja fuerte de donde sacaron todo el dinero y recogieron el que tenían las cajeras para las operaciones del día, ascendente a un total de RD$60,060.95, que echaron en dos sacos que llevaron con esos fines; retirándose del lugar con la carabina del soldado asesinado, en dos carros, sustraídos previamente con este propósito y a los cuales le habían puesto placas falsificadas; b) que las investigaciones practicadas por el Departamento Secreto de la Policía Nacional, permitieron establecer que el aludido atraco fue planificado en reuniones celebradas en distintos sitios de esta ciudad por dirigentes y miembros de los grupos conocidos como «Los Trinitarios», que liderea Guillermo Rubirosa Fermín, y «Los Comandos de la Resistencia, de la Facción del Movimiento Popular Dominicano», que comandan Jorge Puello Soriano (a) El Men y David Onelio Espaillat Campos.

18.- El Men, luego de ser perseguido durante varios años, fue detenido por el Servicio Secreto de la Policía Nacional. El doctor Orlando Rodríguez y yo, asumimos su defensa. Interpusimos un Recurso de Hábeas Corpus en su favor en los primeros meses del año 1976. El juez buscaba todas las formas para no conocer el fondo del recurso. Lo mismo hacía el Ministerio Público, hasta el punto de que nos vimos en la necesidad de someter judicialmente al Procurador General de la Corte de Apelación del Distrito Nacional, por no realizar las diligencias para la presentación de El Men a los fines de conocer el recurso interpuesto. Las maniobras de los funcionarios judiciales llegó al colmo de llevar a El Men a las audiencias sin avisar a sus abogados, con el fin de conocer su caso sin sus defensores.

19.- El Men, llegó a permanecer más de tres meses sin ver el sol en una cárcel de Dajabón, y solamente recibía alimentos una vez al día. Su salud se deterioró en un grado tal que motivó la alarma de sus familiares. El entonces secretario de Estado de las Fuerzas Armadas, René Beauchamps Javier, dispuso un examen médico a El Men con el fin de acallar la protesta de los familiares y la presión de la opinión pública. Luego, El Men calificó el examen médico de «mecánico», y declaró a la prensa que estaba sufriendo fuertes dolores en el estómago y que había perdido ochenta (80) libras desde que fue detenido.

20.- En una de las audiencias que se le conoció a El Men, por la acusación del atraco al Banco Popular Dominicano, un testigo que se encontraba presente al momento del asalto, y aportado al proceso por el Procurador Fiscal, declaró no haber visto a El Men en el momento del robo. Ante la imposibilidad de probar los hechos, el gobierno prometió liberarlo junto a 34 presos más, a condición de que saliera del país, a lo que El Men se negó.

21.- El 30 de mayo de 1978, cuando ya el doctor Joaquín Balaguer había perdido las elecciones, la audiencia de El Men fue aplazada nuevamente. Finalmente, fue puesto en libertad con el cambio de gobierno. En esa última ocasión, además de a El Men, asistí en sus medios de defensa a Alcides Encarnación, Augusto Álvarez y a su esposa Carmen Gisela García, y así como a Juan Bautista Castillo Pujols.

22.- De El Men debo decir que con él mantuve excelentes relaciones; le admiré por su coherencia política, la defensa de sus ideas y, principalmente, por no haber transado sus convicciones ante adversarios políticos. Siempre vivió bajo un estado permanente de pobreza económica material, pero con mucha dignidad y decoro.

23.- Como un desagravio al buen nombre y a la fama bien ganada a que tiene derecho toda persona honrada; una queja por el maltrato a que fueron sometidos miles de hombres y mujeres con vocación democrática durante los fatídicos 12 años, y para borrar las ofensas en su contra coloqué una fotografía de Jorge Puello Soriano-El Men-, en la portada del libro de mi autoría “De la Calle a los estrados, por justicia y libertad”.

24.- En la actual coyuntura que vive nuestro país, caracterizada en lo político por la degradación ética y moral, resulta aleccionador motivar a la juventud a accionar en política tomando como referencia lo que fue el proceder de El Men, particularmente en su firmeza, coherencia, solidaridad y desprendimiento.

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