Canó: una fábrica de dobles y jonrones

No está muy lejos esa etapa en la que habrá que referirse a Robinson Canó como futuro inmortal. El nativo de San Pedro de Macorís se encuentra en la ruta indicada para pertenecer al exigente círculo de Cooperstown.

No está muy lejos esa etapa en la que habrá que referirse a Robinson Canó como futuro inmortal. El nativo de San Pedro de Macorís se encuentra en la ruta indicada para pertenecer al exigente círculo de Cooperstown.

El dominicano recientemente llegó a los 500 dobles, convirtiéndose en apenas el séptimo jugador de su posición, la segunda base, que alcanza esa cifra en la historia de las Mayores. Dentro del grupo hay varios con asientos en el Salón de la Fama, como lo son Roberto Alomar (504), Rogers Hornsby (541), Charlie Gehringer (574), Nap Lajoie (657) y Craig Biggio (668). Solo Jeff Kent (560) no es inmortal.

Robinson cumplirá 35 años y se mantiene ejecutando a un nivel respetable en el juego, lo que permite proyectar otros logros de trascendencia para sumar más credenciales de cara a lograr el máximo honor que se concede en su deporte.

Tiene oportunidad de arribar en esta campaña a las 1,200 impulsadas (tiene 1,161). Su total de imparables de por vida es de 2,320. En varias campañas, siempre y cuando la salud se lo permita, tendrá más de 2,500 imparables y 1,500 remolcadas, números no muy comunes para un intermedista.

Canó tiene contrato hasta 2023 con los Marineros de Seattle, que en 2014 le dieron un pacto por 10 campañas valorado en 240 millones de dólares. De honrar su acuerdo, estaría jugando hasta una edad que le permitiría poner cifras impresionantes para un pelotero de su posición.

Estamos hablando de los 3,000 imparables, 400 jonrones y 600 dobles.

Sobre jonrones

Robinson, un bateador de por vida de .305, necesita de tres cuadrangulares para ser el tercer intermedista con 300 jonrones en los registros de las Mayores. Solo Kent (377) y Hornsby (301) han logrado esa marca.

La intermedia es una posición que parte de un criterio eminentemente defensivo. Si bien es cierto que en la pelota hay que batear para mantenerse, también hay bases que requieren de un mejor trabajo con el guante que otras.

Los parámetros ofensivos de un segunda base son menores que otras almohadillas como la primera, tercera y los jardines, por lo tanto no es común encontrarse con ejecuciones del nivel de Canó, entre otros que han dominado su base.

Canó, el Jugador Más Valioso del pasado Juego de Estrellas, es uno de seis dominicanos con al menos 500 dobles.

David Ortiz, retirado, encabeza el paquete con 632, que a su vez es la marca para un latino en la historia.

Luego están Albert Pujols (613) y Adrian Beltré (605), ambos activos y junto a Ortiz los únicos latinos con al menos 600 batazos de doble mérito.

El grupo lo completan Álex Rodríguez (548) y Manny Ramírez (547).

Todos pasan de los 300 jonrones, así que Canó está cerca de unirse a ellos también con la combinación 300/500 (dobles y cuadrangulares) con proyección de ingresar a la compañía de Ortiz, Pujols y Beltré en los 600 dobletes. De hecho, es una amenaza para la marca de Ortiz.

En la cuenta personal de Robinson hay dos Guantes de Oro, ocho viajes al Juego de Estrellas y cinco Bates de Plata. Nada mal para el dominicano, que en la actual campaña batea para .272, con 19 jonrones y 75 producidas para Seattle.

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