Cuando pensamos en el impacto de la Revolución Haitiana en Cuba, los historiadores hemos tendido a discurrir sobre todo en el miedo y el terror que provocó entre las autoridades coloniales, élites esclavistas y la población blanca en general. Los relatos publicados y los miles de refugiados franceses que llegaban de Saint Domingue a Cuba contaban historias horrorosas de blancos recién nacidos empalados en estacas, de mujeres blancas violadas repentinamente sobre los cadáveres de sus maridos. La violencia revolucionaria había convertido a la colonia más rentable del mundo en un montón de cenizas (…) Y en Cuba todo esto parecía saberse y temerse. [1]

El ensayo que abordaremos hoy del interesantísimo libro que venimos reseñando, se titula “Cuba en la sombra de Haití: Noticias, sociedad y esclavitud” autoría de la investigadora de la Universidad de New York, Ada Ferrer.
Inicia su ensayo afirmando que a pesar del temor existente, las élites coloniales no se detuvieron en el intento de aprovecharse de la ruina de Saint Domingue, pues la avaricia siempre supera al miedo. Así pues, los grupos de poder en Cuba vieron con buenos ojos la posibilidad de obtener miles de africanos para la incipiente y creciente industria azucarera en Cuba a finales del siglo XVIII. En ese tenor la profesora afirma:

Ya fuera por medio o por interés propio, o por ambos, el ejemplo de Haití ayudó a mantener a Cuba como colonia relativamente tranquila en una época de tumulto y revolución. De ahí que los historiadores hayan citado tradicionalmente a Haití para ayudar a explicar el por qué la modalidad de la nación llegó tarde a Cuba. En un sentido entonces, la “excepcionalidad” de la historia cubana puede atarse a la historia de los efectos de Haití. La prosperidad y el miedo generados en Cuba por el colapso de Saint Domingue se interpretan como fuerzas importantes en la historia cubana y ambas se usan para explicar el carácter y la cronología de la nacionalidad cubana.[2]

Interesante conclusión la de la profesora. En su trabajo, muy bien escrito y documentado, la profesora plantea que si bien las noticias que llegaban de Haití afectaban a la comunidad, la sociedad colonial esclavista reinterpretó sabiamente las informaciones. En sus palabras:

Buscando puntos específicos de contacto entre la Revolución Haitiana y la sociedad esclavista cubana confirmamos que esta revolución tuvo un carácter expansivo, que se salió de los límites de la colonia francesa y afectó y se insinuó en los mundos de las colonias vecinas. Los puntos de contacto fueron muchos y las corrientes que siguieron las noticias de Haití fueron sustanciales y regulares. No solo fueron voluminosas las noticias revolucionarias que llegaron a Cuba, fueron también ricas en detalles y alcanzaron un amplio grupo de personas en la colonia, desde oficiales del estado, soldados, hasta artesanos de color y esclavos africanos. [3]

No caben dudas de que el impacto de esa migración esclava y de algunos propietarios de ingenios a Cuba procedentes de Haití tuvo impacto en la sociedad cubana y se le veía como un verdadero peligro. Los esclavistas provenientes de Saint Domingue llegaron por la zona oriental de la isla de Cuba por millares, con muchos esclavos y sobre todo buscando refugio. Esta migración inesperada, que si bien contribuyó, como se ha dicho al desarrollo de la industria azucarera, no menos cierto es que la presencia negra tan masiva provocaba temor, expectación y suspicacia en algunos sectores de las élites cubanas.

Concluye su ensayo afirmando que la documentación existente evidencia que por mucho tiempo la revolución haitiana tuvo un impacto significativo en la sociedad cubana. Por varias razones. Primero, dice la profesora Ferrer, porque consolidó la economía y agricultura de plantación basada en la mano de obra esclava, ayudando a Cuba a transformarse en el productor de azúcar más grande no solo del Caribe, sino del mundo. En segundo lugar, tuvo un impacto psicológico, pues la presencia de tantos negros esclavos provocó el temor y el rechazo de los blancos.

Ahí termina este ensayo enjundioso e interesante-. El tiempo se agota para abordar otro ensayo más. Lo tendremos que dejar para la próxima entrega.

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[1] Ada Ferrer. “Cuba en la sombra de Haití: Noticias, sociedad y esclavitud”, en El Rumor de Haití en Cuba: temor, raza y rebeldía, 1789-1844, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2004, p. 179.
[2] Ibidem., p- 181
[3] Ibidem, p.182.

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