Leo Hernández – In memoriam

Señor Director: ¡Caramba! Leo, tan escasos que son los amigos, y… ‘‘Cuando un amigo se va queda un espacio vacío que no se puede llenar con la llegada de otro amigo… Cuando un amigo se va queda un tizón encendido que no se puede apagar ni con las aguas de un río… Se detienen los caminos… Empieza el alma a vibrar porque se llena de frío…’’

Señor Director: ¡Caramba! Leo, tan escasos que son los amigos, y… ‘‘Cuando un amigo se va queda un espacio vacío que no se puede llenar con la llegada de otro amigo… Cuando un amigo se va queda un tizón encendido que no se puede apagar ni con las aguas de un río… Se detienen los caminos… Empieza el alma a vibrar porque se llena de frío…’’

¡Cuánta razón tienes Alberto Cortez!

Me sorprendió e impactó terriblemente la infausta noticia de que mi buen colega y mejor amigo, casi casi un hermano, que no me lo dio la sangre, pero me lo dio la vida, Leo Hernández, había fallecido el pasado día sábado 2 de septiembre del año 2017.
Este día jueves 14 de septiembre del año 2017 es la misa del novenario de ese gran ser humano, Leo Hernández, Pipigüa entre sus íntimos. La misa es a las 6:30 p.m. en la iglesia El Buen Pastor del sector Evaristo Morales.

Leo Hernández, muchos se lo reconocimos en vida, y yo lo reitero ahora ante su inesperada y dolorosa partida, fue un fiel y sincero amigo, magnífico y amoroso esposo, excelente padre. Un profesional, un hombre abnegado, entregado al servicio a los demás. Su columna aquí en elCaribe, Top Secret, la tenía a mi entera disposición y yo la usaba como si fuera mía, aún cuando la dirección de este medio me concede espacio para mis escritos cada vez que lo procuro.

Espero, su esposa, la también periodista Margarita Quiroz; sus hijos Rommy, Sarah Leonor, Jhonattan, Lee, Leo Junior, León, Leíto, Elio, Gretcher, Leandra, Fénix, Leonela, Lianel y Leo. Y su primogénita ya fallecida, Victoria, sus hermanos, Vidalina y Willy, y todos los suyos, reciban de Dios la fortaleza necesaria, encuentren consuelo y tengan resignación.

Leo Hernández, un ser de condiciones humanas excepcionales. Recuerdo un día mientras conversábamos sobre política, muy habitual entre nosotros, me sorprendió gratamente con esta perla: José Vicente, mi partido, al que con mucho entusiasmo pertenezco es el TDC. ¿Cómo que el TDC? ¿Y qué partido es ese? Ese es el partido Todos Debemos Comer, me respondió muy complacido y convencido de su filosofía de vida.

Hermano, contigo queda demostrado que quien bien vive, bien muere, moriste tranquilamente, en el seno de tu hogar, sin ningún sufrimiento ni molestia alguna. Tengo la confianza y la fe de que descansas en paz en el regazo del Señor.
Muy cordialmente
José Vicente Calderon
PERIODISTA

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