En El Fracatán la gente vive hacinada

La falta de controles municipales permite la improvisación de barrios marginados que como El Fracatán fue levantado en la ribera de la cañada de Nibaje, en esta ciudad.

Santiago. La falta de controles municipales permite la improvisación de barrios marginados que como El Fracatán fue levantado en la ribera de la cañada de Nibaje, en esta ciudad.

Con el paso del huracán Irma y las pasadas lluvias de noviembre del 2016, varias casas, algunas construidas con hojas de zinc, presentan hundimiento, por lo que sus propietarios tuvieron que abandonarlas. Una gran parte de estas viviendas fueron levantadas prácticamente sobre la cañada y son focos de contaminación de estas aguas que desembocan en el río Yaque del Norte.

El puente de cemento que permite a los moradores desplazarse hasta el sector La Lotería, para ahí hacer conexión con la ciudad, las barandas fueron destruidas, lo que ha provocado accidentes y varias las personas que han caído al afluente. “Cuando llueve tengo que hacer un largo recorrido a pies al desviarme o pagar un carro de concho para llegar desde el barrio hasta La Lotería”, expresa Angelina Pinales, residente en el sector.

Improvisación

Al igual que el barrio Los Guandules, ubicado a su lado sur, El Fracatán está en el trayecto donde se tenía previsto construir la llamada Avenida Ecológica, la que conectaría la Autopista Duarte con la avenida Circunvalación Sur, pasando por El Embrujo III, la Villa Olímpica, entre otras para permitirle a esa parte de la ciudad contar con un pulmón ecológico. Este proyecto que se propuso en el último gobierno de Joaquín Balaguer, fue olvidado.

Lo que empezó con algunas casitas, ya hay unos 500 hogares, lo que evidencia la forma vertiginosa de ese crecimiento irregular del barrios y la falta de controles de las diferentes entidades que deben velar para que se produzcan.

Juana Mejía,que dice lleva 20 años residiendo en la barriada, asegura que cuando llueve el temor se apodera de sus residentes.

Por su ubicación, los servicios son precarios

Los niveles de hacinamiento obligan a que los residentes en el barrio El Fracatán improvisen vertederos de basura. Debido a su ubicación se hace imposible que los camiones recolectores puedan penetrar y los desperdicios que producen van a la cañada. Con las lluvias y vientos del huracán Irma perdieron también parte de los árboles y ahora están más desprotegidos.

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