Los expertos recomiendan moderar la intensidad del entrenamiento y mantener una adecuada hidratación

Practicar deporte si hay altas temperaturas se puede convertir en una actividad de riesgo si no se toman las medidas adecuadas. Según los expertos al realizar deporte se eleva la temperatura corporal, regulada por el propio organismo que libera el exceso de calor por medio del sudor. Cuando a este aumento se suman unas temperaturas que rozan o superan los 40 grados, el organismo se ve obligado a ejercer un mayor esfuerzo para mantener una temperatura estable y saludable. Es en estas situaciones cuando se puede producir un golpe de calor o una deshidratación. En ambos casos la persona puede llegar a sufrir desvanecimientos o mareos, siendo lo mejor detener la actividad física por un aumento repentino de la sensación de cansancio.

Según el entrenador personal Jonathan Reynoso, en caso de realizar deporte fuera del gimnasio, que generalmente tienen acondicionador de aire, se deben evitar las horas de máximo calor y radiación solar. Aunque entrenar al aire libre aporta múltiples beneficios, como un aumento de la vitamina D y una mayor motivación, se deben evitar las horas centrales del día para salir a correr o montar en bicicleta para evitar deshidratación o insolación. Las horas más conveniente para salir a entrenar es la tarde-noche, cuando el sol comienza a descender y el cuerpo está más preparado para la actividad ya que ha tenido todo el día para calentar con la rutina habitual.

“Ya sea dentro o fuera de un recinto, moderar la intensidad de los ejercicios también se vuelve más importante ante las altas temperaturas. Las rutinas de ejercicios cardiovasculares o de resistencia que aumentan rápidamente las pulsaciones del corazón y la sudoración deberán tener una intensidad moderada en momentos de calor excesivo.

Los ejercicios de fuerza son más indicados ya que, al entrenar grupos musculares aislados, no implican tanto esfuerzo. Será un buen momento para aumentar masa muscular a través de circuitos de máquinas y pesas”’, dijo.

Reynoso expresa que la pauta más importante a seguir por deportista o amantes de la actividad física en los días de calor, es mantener una buena hidratación. No basta con beber agua después del entrenamiento, sino que se debe mantener una hidratación constante, reponiendo líquidos cada 20 minutos de ejercicio. En situaciones extremas de calor, mejor que el agua, el cuerpo se recuperará más rápidamente con bebidas isotónicas con un aporte extra de electrolitos para recuperar las sales minerales perdidas a través del sudor. En la medida de lo posible, se deben escoger bebidas sin azúcares añadidos para no contrarrestar los efectos de la actividad física. Los líquidos que se deben evitar en todo momento son las bebidas alcohólicas y aquellas que contienen estimulantes como la cafeína, ya que acelera los procesos de deshidratación.

No solo los líquidos van a potenciar que el cuerpo esté bien hidratado, sino que los alimentos ricos en agua también cumplen esta función. Las frutas y las verduras son los alimentos más recomendables, evitando comidas pesadas antes de entrenar. Por ejemplo, frutas como la sandía y verduras, como la berenjena o el tomate, funcionan a la perfección para hidratar el cuerpo y los músculos. Para mayor efectividad del entrenamiento se debe esperar 90 minutos entre la última comida y el comienzo de la práctica deportiva.

Con respecto a la indumentaria, los aficionados a los deportes al aire libre deberán hacer siempre uso de una gorra y gafas de sol como medidas de protección de la radicación solar. Si la exposición al sol va a ser prolongada, es recomendable cuidar la piel con protector solar de la graduación adecuada a cada tipo de piel. Las prendas utilizadas deben ser poco ajustadas para permitir la convección libre de aire entre la piel y el ambiente. Las telas deben absorber y esparcir el sudor por toda la prenda para facilitar su evaporación. El color también tiene un papel importante, ya que los colores oscuros absorben los rayos de luz añadiendo calor , mientras que los colores claros reflejan los rayos de calor. A estos consejos hay que sumar un descanso de calidad. Un buen reposo es esencial para la recuperación de los músculos y para que los entrenamientos de los días posteriores sean igual de efectivos.

No es necesario secar el sudor

Es necesario advertir sobre algunas “costumbres” perjudiciales en el mundo del deporte. El enfriamiento por evaporación se ve dificultado si se seca continuamente la piel con una toalla antes de que se evapore el sudor. El sudor no enfría la piel, sino que el enfriamiento de la piel se produce cuando este sudor se evapora. Del mismo modo, la ropa seca, por muy liviana que sea, retarda más la eliminación de calor que la ropa húmeda. La práctica habitual de cambiarse la camiseta en el entretiempo de los encuentros deportivos no es razonable desde el punto de vista de la regulación de la temperatura corporal, ya que la pérdida de calor por evaporación solo se produce cuando toda la indumentaria está húmeda.

Otro mito es la creencia de que el uso de una faja de goma envolviendo el abdomen mientras se realiza actividad física “quema” más grasas. Lo único que se consigue con este método es acelerar la sudoración, impedir su evaporación, aumentar la temperatura corporal y acortar los tiempos de deshidratación.

Consejo
Considere evitar completamente la actividad física cuando las condiciones sean extremadamente calurosas

Importante
Es preferible tomar bebidas ligeramente frías o frescas, pues saben mejor y estimulan la ingesta de líquido.

La hidratación constante es necesaria mientras se realiza ejercicios.

Posted in Estilo

Más de gente

Más leídas de gente

Las Más leídas