Lluvias provocaron inundaciones; cientos de casas fueron afectadas y más de 500 personas albergadas

Bávaro, Punta Cana.- La agresividad de los fuertes vientos y aguaceros que trajo el huracán María por el territorio dominicano dejó muchas zonas de la provincia La Altagracia con grandes inundaciones, cientos de casas afectadas, más de 500 albergados y pérdidas materiales aún no cuantificadas.

El meteoro, que comenzó a causar estragos desde la madrugada del jueves con ráfagas de viento y abundante lluvia, puso al descubierto la vulnerabilidad en la que viven muchas comunidades del municipio de Higüey, Punta Cana y Bávaro.

Casas y calles anegadas, ríos fuera de su cauce, intensos oleajes, falta de energía eléctrica en casi un cien por ciento de las zonas, cientos de refugiados en los nueve albergues habilitados en toda la provincia, carreteras obstaculizadas con árboles derribados, vallas y letreros en el pavimento, fueron parte de los daños que el fenómeno atmosférico ocasionó, aunque pese a esto personal del Ministerio de Obras Públicas, de la Policía Nacional, de la Defensa Civil y del Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur), jugaron un papel muy importante durante el evento, pues todos como autoridades, se encargaron de poner el orden, preservar vidas y restablecer el paso de los caminos.

Perjudicados

Dentro de los lugares más afectados se encuentra el barrio La Florida, de Higüey. Allí, más de 100 casas están bajo las aguas del río que lleva el mismo nombre. Rostros de angustia y desesperanza era el común.

“Esto está acabando con nosotros; el río tenía mucho que no crecía así. Desgraciadamente, ahora fue que subió así. Estamos devastados, pero nuestra esperanza está en la ayuda que nos puedan dar”, fueron las únicas palabras que pudo externar Demetrio Lapo Báez, un anciano de 64 años, que lleva alrededor de 45 años residiendo solo en el lugar.

En esas mismas circunstancias estaba Providencia Cedano, una madre de familia que a pesar de haber perdido todo, dijo estar tranquila porque al menos ella, su esposo, que está en silla de ruedas y sus dos hijos -uno de 10 y otro de 11 años-, quedaron en óptimas condiciones y no sufrieron ningún daño colateral.

“Se me tapó la casa completica, se me dañó todo, pero estoy tranquila porque no quiero darle mente a esto porque ya lo perdí todo. Esa casita era propia y la hice con tanto esfuerzo”, manifestó cabizbaja a un equipo de elCaribe que se trasladó al lugar. En Bávaro, las cosas no fueron distintas, los aguaceros no querían ceder, las brisas huracanadas eran tan intensas que fueron pocas las vallas, letreros, techos de zinc, toldos, árboles y postes de luz que los vientos no se llevaran a su paso.

En la playa Jellyfish hubo pérdidas totales de embarcaciones que quedaron bajo agua, las cuales estaban valoradas desde 400 a 800 mil dólares cada una. “Lamentablemente hay demasiadas pérdidas”, dijo Danny Sosa, propietario de lanchas. El mar, en la zona, golpeó fuertemente y destruyó quioscos, bares y botes.

Desaparecido

Aunque no hubo reportes de muertes de parte de las autoridades, residentes de la comunidad Azafrán, de la provincia La Altagracia, reportaron que un hombre de al menos 79 años desapareció la noche del miércoles cuando intentó cruzar un arroyo de la comunidad.

De acuerdo con testigos, al momento de su desaparición, Pedro Rijo Santana estaba acompañado de su hermano, Apolinar Rijo Santana, y se dirigían a su residencia.

Apolinar explicó que cuando llegaron al lugar, intentó ver si se podía cruzar por el arroyo, pero que su hermano no le dio tiempo a decirle que no se podía cruzar. “Lo vi cuando cayó ahí, eso fue más o menos de 8:00 a 8:30 de la noche. Cuando yo vi que la corriente se lo llevó, me quedé tranquilo porque no podía, en un sentido… si yo me tiro también habría muerto”, manifestó Apolinar.

elCaribe visitó algunos albergues. Los desplazados, en algunos lugares, dijeron sentirse muy bien y agradecidos, pues según explicaron el nivel de respuesta del Gobierno fue rápida. “Yo cogí para acá a refugiarme, la casa que yo tengo es de zinc. La hija mía quedó allá con su esposo, pero no me hacía la idea de quedarme en la casa. Ahí amanecí bien, gracias a Dios, nos dieron alimentos, nos dieron cena, comida y estoy muy agradecida de ellos. La pasamos bien, nos dieron colchones y sábanas para cubrirnos”, contó una señora envejeciente, que se encontraba en un albergue de Higüey, ubicado en el polideportivo.

En ese lugar, en horas de la mañana de ayer, había 32 personas; 13 mujeres, ocho hombres, tres niñas y ocho niños. Sin embargo, en otros de los albergues, las personas se quejaron de que ni el Plan Social de la Presidencia, ni mucho menos de los Comedores Económicos, se presentaron por el lugar.

Turistas fueron llevados a otros puntos

Cerca de 4,000 turistas que se encontraban alojados en el complejo de playa de Bávaro-Punta Cana, fueron trasladados desde el miércoles a hoteles de Santo Domingo y áreas aledañas a fin de protegerlos ante eventuales emergencias por el huracán María.

El presidente de la Asociación de Hoteles y Turismo de República Dominicana, Joel Santos, explicó que turistas evacuados estaban alojados en habitaciones muy cercanas a la playa y otros fueron llevados a Santo Domingo.

En tanto que el viceministro de Turismo, Mairení Castillo, restó importancia a la situación. Dijo que lo mayor que pasó en la zona fue la caída de árboles y las inundaciones. Fundamentalmente aquí lo que ha habido producto de los fuertes vientos es caída y derribamiento de árboles, fundamentalmente eso; pérdidas diría que han sido mínimas”, dijo.

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