Denuncian que en San Luis hay un motorista violador

El lunes 18 de septiembre, aproximadamente a las 03:30 de la tarde, cuando el país aún evaluaba las afectaciones dejadas por el huracán Irma y se preparaba para la llegada de María, la joven Karina Richard narra que estuvo a punto de perder la vida, tras ser agredida por un hombre apodado el “violador de San Luis”.

Karina Richard, Motorista Violador, San Luis
Karina Richard, Motorista Violador, San Luis

El lunes 18 de septiembre, aproximadamente a las 03:30 de la tarde, cuando el país aún evaluaba las afectaciones dejadas por el huracán Irma y se preparaba para la llegada de María, la joven Karina Richard narra que estuvo a punto de perder la vida, tras ser agredida por un hombre apodado el “violador de San Luis”.

Richard, de origen haitiano, tiene 33 años de edad y es madre de cinco hijos. Cuenta que salió de su casa con dirección al sector Bonito, en Santo Domingo Este, a visitar a una amiga y al llegar a la calle Mella, específicamente en el kilómetro 13 y medio, fue abordada por un motorista de aproximadamente  35 años de edad, de baja estatura, medio indio y con una gorra, quien le preguntó para dónde iba y se ofreció a llevarla.

“Estoy esperando la guagua y está cruzando el tipo y me dice: ¿morena pa´ dónde vas mi amor? Y yo le digo, voy para Bonito pero voy a coger una guagua, entonces él me dice ven conmigo porque yo llevo esa vía y me estoy quedando en la calle, porque no tengo para la gasolina. En ese momento me dio pena y pensé en regalarle 100 pesos para que echara combustible y de una vez aprovechar a que me llevara”, narró a elCaribe.

Indicó que al abordar el motor, el motorista se desplazó por la carretera Mella y cuando iban por la bomba de gasolina, cruzó hacia la izquierda y se metió por un camino para llegar más rápido. Ese camino los condujo hasta la urbanización Pradera del Este, en San Luis.

“Cuando él siguió por el camino yo le dije, pero ven acá tú te metiste por un camino que está abandonado, y me dijo, no por aquí hay salida y entrada y entonces yo me quedé quieta. Seguimos rodando y llegamos  a tres construcciones que están abandonadas y en ese momento él se estacionó y apagó el motor”, relató.

Richard recuerda que sintió mucho miedo y pensó en sus cinco hijos, razón por la cual le gritó al motorista ¡qué te pasa! y él le dijo, “nada, vengo a buscar a alguien que me debe unos chelitos”. Pero en ese momento se regresó y le dijo: entra o yo te mato afuera.

“Entonces yo le dije que no iba a entrar y me amenazó con que si no entraba me iba a matar, porque supuestamente él ya ha matado a hombres, mujeres y niños. Como me resistí a entrar, sacó algo como una gillette y me cortó el brazo izquierdo y en ese momento yo le di un golpe en el pecho y salí corriendo. Sentía que botaba mucha sangre en el brazo y cuando volteé, vi que se montó en el motor y se fue”, explicó.

Afortunadamente, Karina Richard pudo escapar y evitó la agresión sexual que asegura iba a sufrir, pero producto de la herida recibió 30 puntos en el antebrazo izquierdo. La joven fue socorrida por dos trabajadores que se encontraba en la entrada del urbanismo y quienes la acompañaron hasta la casa a recoger sus sandalias. “Yo llevaba mi celular y dinero en efectivo, pero ese hombre no me robó porque lo único que quería era violarme”, expresó.

Durante un recorrido que hizo el equipo de elCaribe por la urbanización Pradera del Este de San Luis, se pudo evidenciar que hay tres casas en construcción. En una de ellas, donde Richard iba a ser agredida, en la primera y segunda planta hay aproximadamente 11 pantis, algunos brasieres, vestidos de dama y un vestido de niña; también hay preservativos usados esparcidos en el suelo y afuera de la casa, varios polo shirt de caballeros de varios colores.

Casa en Sa Luis, Karina Richard
Panties y otras prendas de vestir de mujer en una de las casas en construcción en San Luis.

En otra de las casas, también se pueden apreciar más pantis y en una de las cisternas subterráneas hay una funda con algo en su interior dentro del agua, amarrada con una cadena hasta el fondo y con un block arriba para evitar que flote.

Casa San Luis
Cisterna de una de las casas de San Luis. Tiene un objeto en el fondo.

La presidenta de la Junta de Vecinos de la comunidad, María Peña, dijo que desconocían esta situación, aunque alertó que, por ser una comunidad solitaria, han tenido que reforzar las medidas de seguridad porque se meten muchos ladrones.

“Hace un año, llegó a mi casa una muchacha, como a las 09:00 de la noche, dando gritos y muy asustada. Nos dijo que unos motoristas la habían secuestrado en El Almirante y que la habían llevado a ese lugar, donde la intentaron violar. Me pedía que abriera la puerta y como yo tengo un vecino que es militar, lo llamé y cuando él vino, ayudamos a la muchacha que tenía un miedo terrible”, comentó.

Peña señaló que esa comunidad fue fundada hace aproximadamente 12 años y que fue vendida por la inmobiliaria Gerardino, pero los solares y las casas fueron entregados sin servicios y aunque “hemos acudido a diferentes instancias para que nos resuelvan esta problemática, no hemos podido lograr nada”.

“Aquí viven más de 10 familias y tenemos el problema de que las calles son muy oscuras y siempre hay robos. Me han robado la lavadora y uno siempre vive aquí con miedo de que le pueda pasar algo”, expresó.

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