Señor director. Nuestro país, a pesar de los pesares, sigue siendo un hermoso paraíso. Aunque nuestra sociedad se ha visto azotada por la delincuencia, producto del desempleo, la falta de educación y la debilidad y favoritismos para que se cumplan las leyes, todavía podemos gozar de ciertas libertades (salir a la calle en las noches a divertirnos, sentarnos en las aceras y esquinas a conversar o jugar dominó, estar tranquilos en nuestras galerías, etc.), en muchos países solo se asoman tras las rejas blindadas o reforzadas y con mucha precaución.

Gozamos de privilegios que muchos países, por muy desarrollados que se encuentren, no tienen, ya que nuestras riquezas naturales, nuestro clima tropical y los bellos paisajes, playas y montañas, son muy codiciados en el extranjero, por eso nuestro país se ha convertido en un destino turístico muy importante, tanto para el exterior como para el interior del país, ya que dicho turismo es la mayor fuente de ingresos económicos, o la que más se le acerca.

Dentro de las amenidades que ofrece nuestra isla, está el hacer senderismo. Transitar senderos mayormente intransitables, para escalar nuestras montañas, se ha convertido en un buen referente en el extranjero, especialmente la ruta hacia el Pico Duarte y La Pelona, sus impresionantes vistas, sus ríos y sus valles, fríos y hermosos, hacen de esta travesía una delicia, tanto para el cuerpo como para el espíritu.

Otro de los atractivos de este tipo, es la ruta de El Mogote, transitada por muchos nacionales y extranjeros que gustan este tipo de aventuras. Pero escalar esa montaña “El Mogote” es un reto físico extraordinario. El camino es extremadamente difícil y exageradamente elevado, para colmo está muy descuidado, la maleza se ha apropiado del sendero, una maleza hiriente y hasta peligrosa. Carece de letreros con advertencias, hay zonas muy resbalosas, otras muy altas, otras cercadas con alambrado de púas, a veces a ras del suelo, casi imperceptibles entre la maleza, y un trayecto con precipicios a ambos lados, que con tan solo un paso en falso, te deslizas por un derricadero, a veces pedregoso, y otras veces boscoso.

En este año he transitado ambas rutas, la del Pico Duarte, y más recientemente la de El Mogote, y precisamente por esta última, hago un llamado a las autoridades correspondientes. Si no pueden arreglar la ruta (que creo que se puede), para que resulte menos agotadora y peligrosa, que al menos coloquen los letreros de advertencia correspondientes, solo vimos de advertencia para evitar fuegos (al menos esos los hay). Que le den mantenimiento y seguimiento al sendero alejando un poco la maleza, coloquen letreros de advertencia contra la tiradera de basura (hay muchos inconscientes que tiran papeles y botellas), y le den mejor condición en la cima a la caseta del guardabosques. No hay agua arriba para abastecerse si se te acabas, ni la ruta cuenta con el río, este pasa detrás del Monasterio Cisterciense, al bajar tenemos acceso a él.

Hay que cuidar nuestros bosques y riquezas naturales, nuestras atracciones turísticas de montaña, la naturaleza de seguro nos lo agradecerá.
Idalia Harolina Payano Tolentino
Ciudadana

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