Señor director: La vida política en la República Dominicana es una carrera sin fin donde no existe un plan de retiro ni de pensión para aquellos actores que interactúan en ella, al parecer.

Los políticos que pernoctan en ese espacio se proponen muchos objetivos pero nunca una meta final, parecería un maratón titánico donde lo único que puede concluirla es un llamado divino.

En el contexto anterior, los más jóvenes llegan a viejos y el tiempo les hace una mala jugada, debido a generaciones estancadas esperando turno para poder participar en el porvenir. Y entonces luego se preguntan ¿Qué ha pasado? cuando la pregunta importante es ¿qué haremos?

Es necesario que los jóvenes dominicanos vinculados al mundo político se indignen, pero también es imprescindible que se levanten y reclamen su espacio para exponer y poner en marcha sus ideas y proyectos.

Los partidos están obligados a escuchar el llamado de la juventud, mejorar los mecanismos de acceso para que participen en la vida política y reconocer sus esfuerzos.

Las cuotas de participación es un método de reconocer que los partidos necesitan una renovación y que los mecanismos son ineficientes. Es cierto que puede ser contraproducente al principio de equidad, pero con las condiciones actuales, ¿existe realmente equidad?

Ser joven no es condición privilegiada, más bien es una etapa en la vida llena de energía y emociones que canalizándolas sabiamente podrían lograr impulsar cambios transcendentales en las futuras generaciones.

Los jóvenes dirigentes deben conquistar a los que ya no creen, explicándoles la incidencia de la política en sus vidas, deben recuperar la confianza y hacerles entender que la política es servir y transformar.

Ahora bien, como en todo, podrán haber malos practicantes, por lo tanto, esos espacios no deben ser conquistados por ellos.
La juventud dominicana debe entender que el futuro empieza ahora y que el mismo está lleno de muchos retos, pero también de extraordinarias oportunidades.

Ya es tiempo de cambiar, tiempo de entender que en la política también se debe ceder y olvidarnos de aquella frase desfasada y egoísta que dice “los espacios en la política no se ceden”.
Michel matos
Dirigente de la juventud del PLD

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