Durante la pasada semana, la Unión Nacional de Mujeres Municipalistas Dominicanas (UNMUNDO) celebró en Paraíso Caño Hondo, Sabana de la Mar, su sexto congreso titulado: “Mujer, Medio Ambiente y Gestión de Riesgos para el Desarrollo Local Sostenible”, evento al cual fuimos invitados para disertar sobre los impactos de los huracanes, terremotos y maremotos en nuestras zonas vulnerables, y sobre las medidas que deben ser aplicadas en cada municipio, o distrito municipal, para reducir la vulnerabilidad y aumentar la resiliencia.

A este importantísimo evento nacional, al cual también asistió como orador principal el ministro de Medio Ambiente Francisco Domínguez Brito, fueron convocadas todas las mujeres que actualmente ejercen funciones de alcaldesas o vice alcaldesas de municipios, las directoras y las subdirectoras de distritos municipales, así como las concejales, en interés de que cada una de ellas pueda comprender la magnitud y peligrosidad de estos potenciales fenómenos, así como las medidas que deben ser aplicadas en sus respectivas demarcaciones, comenzando con los planes de ordenamiento territorial local que deben ser aplicados en función de las características, potencialidades y respuestas de los diferentes tipos de suelos, y completando con las prohibiciones de asentamientos humanos en cauces de cañadas, arroyos y ríos, y en zonas costeras bajas susceptibles a destrucciones mayores por maremotos (tsunamis).

Y es que como resultado de un desarrollo industrial dependiente de combustibles fósiles emisores de dióxido de carbono (CO2), y como resultado de la deforestación del 65% de los bosques que atrapan CO2, en los últimos 60 años hemos incrementado las concentraciones de CO2 en nuestra atmósfera, pasando de unas 290 partes por millón a unas 400 partes por millón, convirtiendo a nuestra atmósfera en una cortina unidireccional que permite la entrada diaria de la radiación solar, pero impide que una parte de la radiación reflejada vuelva a salir, motivando que nuestro planeta Tierra esté experimentando un cambio climático que ya ha incrementado la temperatura promedio global en 1.2 grados Celsius, con lo cual los mares tropicales están cada día más calientes y en cada verano y otoño producen mayor cantidad de vapor de agua que se convierte en combustible para que los huracanes sean cada día más poderosos y más destructivos, tal y como quedó evidenciado con los recientes huracanes Harvey, Irma y María, los cuales pasaron rápidamente de simples tormentas tropicales a huracanes de máxima categoría cuyas fuerzas superaron, por mucho, las bajas resistencias de frágiles estructuras habitacionales construidas sin la debida licencia municipal, pues a veces se entiende que la condición de pobreza justifica construir casas frágiles en zonas vulnerables.

En nuestra disertación reiteramos que las rocas rígidas tienen excelente respuesta sísmica y producen un efecto de blindaje a estructuras construidas sobre ellas, tal y como ha quedado evidenciado en las edificaciones de la ciudad Colonial de Santo Domingo, las que han soportado 7 grandes terremotos sin daño alguno, pero que los suelos blandos producen un efecto de amplificación del espectro sísmico que es totalmente contrario al efecto de atenuación que se produce en las rocas, tal y como ocurrió en Haití, donde el terremoto de magnitud 7 ocurrido el 12 de enero de 2010 destruyó unas 400 mil edificaciones construidas sobre suelos blandos lo que provocó la muerte de unas 316 mil personas y dejó sin hogar a un millón y medio de personas, mientras que en las edificaciones paupérrimas y estructuralmente precarias construidas sobre las rocas calizas de Le Massif de La Selle ninguna vivienda sufrió ningún daño, ni siquiera grietas menores, no obstante estar más cerca del epicentro del terremoto, y ese criterio debe ser asumido por los departamentos de planeamiento urbano de cada alcaldía municipal y en cada dirección distrital.

Y no es que sobre los suelos blandos no se pueda construir, pues si se excava y remueve la porción más blanda del suelo superior, y se construye sobre el suelo más rígido, o se rellena el espacio excavado con material granular grueso debidamente compactado, la respuesta sísmica es totalmente diferente, del mismo modo que el uso de aislantes sísmicos y amortiguadores sísmicos garantiza la sismorresistencia que buscamos para proteger la vida de ciudadanos.

Felicitamos a la Unión Nacional de Mujeres Municipalistas Dominicanas (UNMUNDO) por asumir la protección del Medio Ambiente y la Gestión de Riesgos para convertir a sus municipios y distritos municipales en comunidades resilientes.

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