Las deficiencias nutricionales son cada vez más frecuentes, sobre todo en las personas de edad avanzada, según especialista

De acuerdo a los nutriólogos, el calcio, el hierro, el potasio, las vitaminas A y D y el ácido fólico son algunos de los nutrientes que más escasean en la dieta de las personas, lo que puede provocar déficits nutricionales. Sin embargo, los alimentos que más se consumen son aquellos ricos en sodio, grasas y azúcares añadidos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce el problema y advierte que el alto consumo de bebidas o alimentos ricos en azúcares añadidos reduce la calidad nutritiva de la dieta, pues aporta una cantidad considerable de energía carente de nutrientes. Lo cual contribuye a aumentar la prevalencia de obesidad, hipertensión y enfermedades cardiovasculares, causas principales de mortalidad.

Sobre esto, la nutrióloga Teresa Vega dice que la carencia nutricional número uno, a nivel mundial, es la de vitamina D; no obstante, en nuestro país es menos frecuente, debido a que tenemos un clima tropical que nos ayuda a su producción.

Del mismo modo, es frecuente el déficit de vitamina B12; esta es necesaria para la producción de energía, encontrándose de forma natural únicamente en alimentos de origen animal, como son las carnes rojas, los pescados y el huevo, entre otros.

Asimismo, para evitar la carencia de la vitamina A, sustancia que beneficia el sistema inmunológico, la piel, los huesos y la visión, hay que consumir carnes de aves de corral, carnes rojas y pescados; en frutas y vegetales, indica la especialista.

Otras sustancias de suma importancia son la vitaminas E (se encuentra en alimentos como las almendras, espinaca, aguacate, lechosa y aceitunas) y la K (esta vitamina las contienen frutas como el kiwi, pera, arándanos, moras, entre otros), más, la gran mayoría de las personas no las incluyen en su dieta.

Por ejemplo, la A es conocida como la vitamina antienvejecimiento pues es utilizada para la regeneración celular y el sistema nervioso; la vitamina K es necesaria para el sistema óseo y cardiovascular.

Para Vega es recomendable no solo el consumo de vitaminas, sino también el de algunos minerales como el magnesio y el calcio. Para una buena desintoxicación del cuerpo y el mantenimiento del metabolismo basta con ingerir vegetales de hojas oscuras y frutos secos.

En el caso del calcio, conocido por ayudarnos a mantener los huesos y dientes sanos, podemos encontrarlo en productos lácteos no procesados, vegetales de hojas verdes y pescados.

Dentro del grupo de las grasas, Vega menciona el déficit de omega 3. Sus síntomas pueden ir desde piel seca y escamosa en los codos hasta fatiga y problemas de circulación. “Es fácil tratar esta deficiencia con una dieta en la que se incluya el consumo de pescados dos o tres veces a la semana, como la sardina y el bacalao”, indica Vega.

Mientras que el hierro es esencial para el buen funcionamiento del organismo, necesario para el transporte de oxígeno. Su insuficiencia lleva a padecer anemia y fatiga, en especial en mujeres en edad adulta y en niños.

Sin embargo, Vega advierte que “hay que tener control con su ingesta como suplemento, pues también sus altos niveles pueden llevar a una intoxicación, causando enfermedades cardíacas y fallos multiorgánicos”, dice Vega.

Vega señala que los especialistas deben indicar a sus pacientes con regularidad el monitoreo de los niveles de hierro, para prevenir tanto el déficit como el exceso de dicho nutriente. Consumir frecuentemente pescados, mariscos, huevos y carne roja, es una manera saludable de mantener los niveles de hierro adecuados.

La nutrióloga recomienda una revisión periódica de su médico de cabecera o del especialista del área de nutrición, para detectar déficits nutricionales y combatirlos para mantener un estado fisiológico óptimo.

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