Esa condición impide a quienes lo padecen deshacerse de objetos aunque éstos sean inservibles o no cumplan ningún propósito práctico

¿Tienes dificultad para deshacerte de bolsas, papeles, botellas, cajas, entre otros elementos, porque sientes que tienen un gran valor y te servirán en un futuro?, ¿Recoges lo que encuentras a tu paso y lo guardas sin necesitarlo?, ¿Tu casa se caracteriza por tener una acumulación excesiva de objetos que no permiten el libre el acceso?

Si las respuestas son afirmativas, de inmediato, se encienden las alarmas de los especialistas de salud mental sobre el trastorno de la acumulación o Síndrome de Acumulación Compulsiva, el cual se origina por la ansiedad infrenable de obtener objetos, que por lo general, no tienen ningún valor monetario pero sí sentimental, lo cual dificulta a quien lo padece, desprenderse de ellos, explica la sexóloga, especialista en duelo, terapeuta familiar y de pareja, Ana Simó, directora del Centro Vida y Familia.

Son personas que a simple vista no presentan ninguna conducta fuera de lo común, pero en su ambiente (principalmente en sus casas) se pueden encontrar acumulaciones de articulos que no son de uso diario, como periódicos y revistas que pueden tener muchos años, hasta alimentos vencidos, indica la especialista.

“Por eso es frecuente ver en la casa del acumulador un desorden y hasta suciedad, debido a que el cúmulo de cosas hace que se mantenga sucia y mal oliente”, señala Simó.

Según Simó, las personas con este trastorno pueden llegar a aislarse de sus familiares para no tener que lidiar con los comentarios, pues le produce malestar que la gente les diga que deben tirar sus objetos. Incluso, hay algunos que se tornan violentos, con el solo hecho, de tocarles sus pertenencias.
Algunos acumuladores, desarrollan lo que se conoce en psiquiatría como disposofobia o el miedo de perder los objetos que han acumulado. Muchos acumuladores consideran sus pertenencias como parte de ellos y cuando alguien los toca o cambia de lugar se tornan violentos pues se sienten invadidos.

Muchos de ellos no dejan entrar a sus amigos o familiares en la casa por temor que alguien les robe algún objeto. El síndrome de acumulación afecta a gente de cualquier sexo o edad, y el tratamiento es complicado porque son pacientes muy difíciles de identificar y no aceptan que padecen de un trastorno mental.
“Hay acumuladores que pueden inclinarse hacia un solo tipo de objeto, incluso pueden obsesionarse con plantas o animales.”, comenta Simó. Por ejemplo, llenan sus casas de mascotas con el objetivo de mitigar un sentimiento de soledad o la falta de empatía, sin embargo, en este caso, según especialistas, sufren tanto las personas como los animales, ya que son sometidos a hacinamiento e insalubridad.

Causas
Aunque se desconocen las causas de este trastorno que se desarrolla desde la adolescencia y va progresando con los años, Simó resalta que se relaciona con el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) y la ansiedad.

Algunas personas pueden llegar a reconocer su condición, pero esto no se logra atacándolos, porque ese cúmulo significa algo emocionalmente, sino más bien hay que orientarlos sobre esta condición, sugiere Simó.

“Muchos llegan a consulta buscando ayuda y logran desprenderse de la necesidad de adquirir y de guardar cosas. Aprenden a reconocer su compulsión y drenan su angustia haciendo cosas más productivas”, señala.

Muchas personas han hecho de su vida un viejo museo de relaciones muertas, de historias acabadas, de amores inconclusos y de vínculos rotos, de adioses no dichos o no oídos, de distancias infinitas con los hijos, los hermanos, los padres y hasta con los familiares fallecidos. Por desplazamiento psicológico, trasladan todo su sentir emocional, sus vínculos disueltos, sus vacíos y su envejecer en soledad, a animales desprotegidos y vagabundos, a cosas y objetos sin valor en sí mismos, pero con un valor emocional asociado a vacíos existenciales. Para llenar la soledad y sus vacíos, se atiborran de objetos hasta quedar totalmente lapidados. Lo que afuera se llama basura, para la persona con síndrome de acumulación compulsiva tiene un profundo y sentido valor psicológico que sirve de paliativo a su dolorosa soledad.

Cómo tratar el trastorno

Ana Simó, directora del Centro Vida y Familia.

No hay tratamiento farmacéutico para las personas que padecen este mal. A los que buscan terapia se les aconseja tirar la basura poco a poco.

La terapia psicológica les podría ayudar a mejorar las habilidades de organizarse, tomar decisiones y clasificar los objetos que acumulan para que poco a poco se vayan deshaciendo de eso.
Uno de los medios más poderosos para apoyar a una persona que sufre este trastorno es simplemente escucharla sin juzgarla. Escuchar puede ayudarla a expresar y procesar los sentimientos y pensamientos difíciles. En lugar de intentar ofrecerle una solución rápida, hazle preguntas esclarecedoras que le ayuden a la persona a organizar sus pensamientos de una manera que la motiven a pedir ayuda con su problema. Se aconseja a los familiares desarrollar paciencia con ese ser querido. Si bien a veces puede ser difícil entender la razón por la que no puede distanciarse de un objeto en particular que podría parecer una chatarra para cualquiera, es mejor quedarse callado y tener en cuenta que podría no estar listo para alejarse aún de dicho objeto.

Edad
Este trastorno generalmente comienza entre los veinte y los treinta años de edad cuando las personas experimentan el deseo de acumular objetos que ya no necesitan pero que no quieren tirar o regalar.

Importante
Este síndrome es tan común, que muchas personas que la padecen no se dan cuenta de cuántas cosas pueden acumular, hasta que llega el momento en el que ya no caben más cosas en sus casas.

Quienes padecen este trastorno, por lo general sufren de exceso de ansiedad, tendencias depresivas o problemas para socializar.

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