Los sufrimientos de los abonados a los sistemas de seguros de salud son ilimitados. Cada día encuentran un inconveniente, en las emergencias o en la prestación de servicios, desde pruebas analíticas corrientes hasta estudios como sonografías o tomografías. Los empleados de los centros de aprobación de determinadas ARS cuestionan la validez de las indicaciones médicas. Las empleadas de facturación de las clínicas interrogan a los pacientes sobre los porqués de tales procedimientos en atención a requerimientos de los centros de autorización de las ARS. ¿Qué calidades tienen los servidores de los centros de atención para descalificar una indicación de un facultativo? ¿Están los médicos bajo sospecha de las ARS? Es el colmo.

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