Mantenerse hidratado, llevar una dieta sana y reducir el consumo de tabaco y alcohol puede ayudar a mantener la garganta en buen estado Durante la temporada otoño- invierno suelen aumentar los casos tanto de resfriado común como de gripe. Sus síntomas son en realidad muy conocidos por todos: dolor de garganta, malestar general, dolor de cabeza, mucosidad y tos. En caso de gripe, uno de los síntomas más habituales es la infección de garganta, la cual cursa siempre con inflamación y enrojecimiento, además de dolor e infección.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se trata de una infección que puede ser vírica o bacteriana. Las más comunes aparecen como consecuencia de un contagio viral (como ocurre en caso de gripe, resfriado o mononucleosis), sin embargo las que tienden a ser más serias son aquellas causadas por una infección bacteriana (como pueden ser el estreptococo, hemófilus o micoplasma). También se pueden mencionar otros problemas habituales, como la amigdalitis, que es la infección de las amígdalas.
Y es que sólo tendemos a acordarnos de la garganta cuando nos enfermamos, no preocupándonos en cuidarla de forma eficaz y natural, para precisamente evitar problemas e inconvenientes de salud, tales como los citados y los indicados en las líneas anteriores.
En esta temporada, los especialistas recomiendan, sobre todo en los días fríos, tener mucho cuidado con el consumo de los helados y bebidas frías, ya que afectan directamente a la garganta, lo que puede derivar en la aparición de fiebre o tos. Cuando el calor “arrecie”’ es conveniente evitar los hielos en las bebidas, sobre todo si se está en ambientes con acondicionadores de aire.
Amigdalitis y faringitis son muy frecuentes durante esta época, afecciones que se caracterizan por la inflamación de la mucosa de la faringe. La faringitis comienza con un pequeño resfriado y suele venir acompañada de una amigdalitis, es decir, que si sufres de faringitis posiblemente tus amígdalas se vean infectadas también con pequeñas placas de pus. Entre los síntomas están la irritación de garganta, el dolor al tragar, fiebre y, en ocasiones, están acompañadas de un dolor de oído y mandibula.
Claves para una garganta sana
Expertos en medicina natural sostienen que para fortalecerse internamente resulta esencial cuidar nuestra alimentación, procurando tomar alimentos tales como las frutas de temporada y cítricos, que contengan un alto nivel de vitamina C, lo que contribuye a fortalecer la garganta. También es recomendable el consumo de miel, que la protege y fortalece, ya que es una sustacia rica en antioxidantes y vitaminas naturales.
Además, beber abundante líquido para que la garganta se mantenga hidratada y asegurar la protección de la mucosa y de las cuerdas vocales ante el ataque de agentes infecciosos, al igual que tener una correcta higiene para evitar la llegada de virus y bacterias.
Los expertos aconsejan reducir el consumo de alcohol y tabaco, ya que son sustancias que pueden irritar la garganta y las cuerdas vocales, lo que la hace más débil ante los agentes infecciosos.
En otoño- invierno es fundamental usar bufandas o pañuelos, sobre todo, si pasa mucho tiempo en ambientes con acondicionadores de aire.
Remedios naturales
Existen infinidad de plantas medicinales y algunos tés que ayudan a prevenir, reducir o eliminar algunas de las infecciones de garganta. Entre ellas se encuentra el jazmín, que contribuye a combatir la gripe (si ya la tenemos) y es una gran aliada a la hora de prevenir diferentes infecciones. Si lo tomas junto al té verde puedes beneficiarte de sus propiedades antioxidantes.
Si quieres prevenir la tos, que suele irritar la garganta, el tomillo es la planta indicada. Está indicada también como remedio antiséptico, ya que elimina los gérmenes y las bacterias causantes de la amigdalitis y faringitis y reduce los síntomas de la afonía. Es además, calmante y ayuda a conciliar el sueño. Hay que tener en cuenta que un buen descanso permitirá a la garganta estar más protegida.
