Instituciones de la sociedad civil dijeron ayer que no es la primera vez que estudios revelan un monto en cuanto a lo que se estima que cuesta anualmente la corrupción al país, pero que es un problema al que hay que ver de qué forma se le puede dar respuesta.
La Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus), Participación Ciudadana y Alianza Dominicana Contra la Corrupción (Adocco) indicaron que los estudios y encuetas que se han realizado revelan que el país tiene unos niveles de tolerancia muy altos en cuanto al grado de corrupción que existe.
De acuerdo al estudio de la organización internacional Oxfam, la corrupción le cuesta al país cada año alrededor de 26,000 millones o el 0.7% del PIB en 2017.
En ese sentido, el vicepresidente ejecutivo de Finjus, Servio Tulio Castaños Guzmán, indicó que esa situación revela que es evidente que en este país no ha habido una voluntad férrea para combatir el flagelo de la corrupción.
“Es una situación que varias personas dicen que se da en todos los países y la relacionan mucho con el sistema político, cuando real y efectivamente es un problema serio que tenemos”, dijo Castaños Guzmán.
Señaló que en los estudios de percepción en cuanto al soborno, República Dominicana es el segundo país en el mundo después de México que tiene mayores niveles de soborno en el Estado, lo que indica un problema.
Conciencia ciudadana
Asimismo, la coordinadora general del movimiento cívico Participación Ciudadana, Marisela Duval Pérez, expresó que para combatir la corrupción en el país debe haber un despertar en la conciencia ciudadana para que la justicia cumpla con su rol y se cumplan las leyes que prohíben la corrupción.
Expresó que se deben empoderar los organismos correspondientes, sobre todo a nivel municipal y que la población acuda a denunciar y presentar prueba sobre los casos de corrupción.
El director ejecutivo de la Alianza Dominicana Contra la Corrupción (Adocco), Julio César de la Rosa Tiburcio, dijo que si al tema de la corrupción no se le presta atención evidentemente que su crecimiento va a causar una situación que no sabrá cuál pudiera ser el resultado más adelante.
“Todo esto nos sirve para tomarlo como parámetro, ya que se está frente a una realidad que necesariamente tendrá que ponérsele coto porque de continuar aumentando la corrupción, va a ver cada vez menos inversión en educación, en salud, en seguridad, porque esos recursos pudieran estar empleándose en satisfacer la necesidad de esos renglones que son vitales para el desarrollo del país”, dijo de la Rosa Tiburcio.
