Familias temen quedar sin casas

La Vega. Las familias del barrio San Miguel temen quedar fuera del plan de viviendas que levanta el gobierno en el proyecto habitacional cercano a la ribera del río Camú.

La Vega. Las familias del barrio San Miguel temen quedar fuera del plan de viviendas que levanta el gobierno en el proyecto habitacional cercano a la ribera del río Camú.

Los residentes en la barriada, cuyas casas fueron construidas con pedazos de cartón, hojalata, zinc y madera, no saben si serán beneficiados con los apartamentos.

El agua que consumen los moradores del empobrecido sector es almacenada en viejas vasijas y galones y dejada en el patio, por lo que se ven expuestos a posibles enfermedades gastrointestinales.

“A nosotros nos dieron apartamentos por piso. Ahora resulta que no sabemos si estamos en la lista de beneficiados, pues solo nos han propuesto comprarnos las casitas para que no estorbemos y quedemos debajo del puente que se está construyendo”, expresó Albert Sánchez.

Incertidumbre

La pasarela que atraviesa el río Camú permitirá conectar al sector Despradel con el barrio San Miguel.

Para impedir que en caso de crecida del río penetre al proyecto habitacional, las autoridades levantan muros de gaviones en ambos lados del puente que se encuentra en fase de terminación.
Hasta el momento, se desconoce cuándo serán entregados los apartamentos a las familias, pues apenas dos edificios están en proceso de pintura. En total, las empresas contratistas levantan cinco lotes de cuatro bloques para un total de 160 apartamentos.

“Con las lluvias pasadas, nos pusieron a prueba y aunque pensamos que el agua del río penetraría a los apartamentos, no sucedió así y por el contrario se fue por unos tubos de túnel de desagüe”, dijo el motoconchista Juan Felipe.

Sin embargo, teme que con nuevas crecidas las familias que sean albergadas se vean expuestas a salir huyendo, sin tener a dónde acudir y quedar en condición de damnificado.

Dicen lugar es más seguro que donde están

Quienes residen en el barrio San Miguel, que por años han visto cómo las aguas del río Camú penetran a sus improvisadas casas, a pesar de que reconocen persiste el peligro con el proyecto habitacional, dicen que este al menos es más seguro que lo que tienen. El gobierno inició el proyecto de saneamiento El Riíto y en el 2015 entregó 208 apartamentos a quienes vivían en cañadas.

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