En Pedro Santana le temen al clerén y productos haitianos

El altar está puesto y los velones arden. Hoy se cumplen nueve días del fallecimiento de la señora Julia Rosario (Huila), la primera víctima de intoxicación por clerén tras la cual se desató una cadena de muertes en el municipio Pedro Santana, Elías Piña, que hasta ayer, ascendían a trece, según las cifras oficiales.

Ayer fue dado de alta el último paciente que permanecía ingresado en San Juan con síntomas por intoxicación

El altar está puesto y los velones arden. Hoy se cumplen nueve días del fallecimiento de la señora Julia Rosario (Huila), la primera víctima de intoxicación por clerén tras la cual se desató una cadena de muertes en el municipio Pedro Santana, Elías Piña, que hasta ayer, ascendían a trece, según las cifras oficiales.

A unos quince metros de la humilde vivienda, vivían Andrés Rosario (Tano) y su hijo Adrián Alexis (Juaño), quienes horas después de ingerir la bebida alcohólica casera durante el velatorio de la primera, comenzaron a experimentar los síntomas mortales provocados por el metanol en sus cuerpos.

Con la tristeza y resignación de quedar viuda y perder a un hijo en el mismo día, María Magdalena Sánchez, narra frente al altar que sus parientes presentaron vómitos, ceguera y fuerte dolor abdominal, que le obligaron a trasladarse hacia el hospital municipal de Bánica en donde sólo pudieron administrarles suero endovenoso ya que al poco tiempo fallecieron.

Según el director del hospital Alejandro Cabral de San Juan de la Maguana, Ángel Mateo De La Rosa, bastan cinco cucharadas de alcohol metílico al 100% para provocar la muerte.

Temen haya sido un atentado

En el patio, Ramón Contreras, un amigo de la familia Rosario, preparaba tres cruces de cemento para colocarlas donde fueron sepultadas las víctimas, mientras comenta lo que todo el poblado fronterizo atemorizado sospecha: “Eso parece que fue un atentado”.

Los lugareños ven con extrañeza que no haya ninguna víctima en el poblado haitiano Du Centre (Los Cacaos), localizado a sólo cuatro kilómetros de Pedro Santana, al cruzar el río Artibonito, donde fue vendido el clerén contaminado con la sustancia tóxica.
“El que lo vendió le dicen Yegá y él vino con dos potecitos de esos de refresco a hacer propaganda con el romo y lo dio a probar a la gente. Ese estaba bueno pero parece que el de los dos tanques no”, narra Contreras.

Frente a la situación, varios comunitarios como Milagros Contreras y Leovigildo Guerrero, han optado por dejar de comprar, no solo el clerén, sino otros productos comercializados por los haitianos en el mercado binacional como guandules, pollos y otros comestibles ante el temor de posibles envenenamientos. “Yo creo que eso fue intencional. Estamos pidiendo a Dios que no sigan cayendo más”, dijo la mujer de 51 años.

Existen versiones de que el hecho puede estar vinculado a una venganza, luego de la muerte de cinco haitianos que supuestamente se dedicaban al robo de ganado en el poblado El Cercado, Elías Piña.

Confusión en las cifras

Aunque el Ministerio de Salud insiste en que han sido doce los fallecidos, el alcalde de la localidad, Hipólito Valenzuela, ofreció ayer un listado con los nombres de quince fallecidos: Se trata de Julia Contreras, Adrián Rosario y Andrés Rosario, fallecidos en Bánica; Belkis Contreras, Porfirio Javier Santos y Eugenio Jiménez, fallecidos en el hospital de San Juan de la Maguana; Precioso Rodríguez en el hospital de Restauración; Buenaventura Contreras en Loma de Cabrera; Quilvio Pérez Contreras, Ambrosio Cuello y Meregildo Contreras en el hospital José María Cabral y Báez de Santiago; Cándida Contreras en Navarrete; Hipólito Contreras en la Clínica Cruz Jiminián de Santo Domingo; Santos Contreras en Dajabón y Salvador Contreras en Pedro Santana.

Ayer corrió la versión de que otras seis personas fallecieron por ingesta de clerén en una comunidad montañosa llamada La Siembrita del municipio de Pedro Santana, por lo que podrían aumentar las cifras de los decesos por esas causas.

Este caso ha movilizado los estamentos militares y policiales que en la última semana han desplegado sus agentes y desmantelado algunas fábricas de la bebida artesanal, según informó ayer la Policía Nacional, cuyo vocero, Frank Félix Durán Mejía, aseguró que ya hay varios apresados e investigados con relación a la fabricación clandestina de clerén.

“Nuestras unidades nos informan que tienen varias personas detenidas que están siendo investigadas; no tenemos los nombres todavía, pero sí tenemos varias investigadas y se han entrevistado muchas personas, a fin de determinar de dónde salió el clerén contaminado”, dijo.

Ayer, unidades de la uniformada desmantelaron en la sección Los Botaos del municipio de Cabral, provincia Barahona, un laboratorio clandestino de clerén y triculí, donde fueron decomisados 27 tanques, de los cuales 25 estaban llenos y dos vacíos. También varios tubos de destilería y un embudo.

Dieron de alta último afectado

Desde el pasado domingo 24 de diciembre han cesado los ingresos hospitalarios y ayer fue dado de alta el último afectado que responde al nombre de Óscar Valenzuela de 52 años, quien estaba bajo observación en el hospital Alejandro Cabral.

Según la doctora Chabeli Encarnación médico familiar del hospital de Bánica, desde que inició el brote, el pasado martes 19 de diciembre, en todos los servicios se atendían entre 15 y 20 pacientes con síntomas de intoxicación, la mayoría de los cuales, eran referidos hacia el hospital de San Juan de la Maguana.

Explicó que el recorrido del metanol por el torrente sanguíneo podría causar secuelas en los sobrevivientes como daños renales, hepáticos y en la retina del ojo.

En ambos hospitales las autoridades han adoptado un protocolo para el tratamiento del brote declarado por las autoridades del Ministerio de Salud Pública que ha estado emitiendo mensajes en español y creole a través de emisoras radiales y televisoras locales exhortando a la población fronteriza a no consumir la bebida y a acudir a los servicios médicos frente a síntomas como alteraciones visuales, dolor de cabeza, vómitos, dolor abdominal, diarrea, dificultad respiratoria, debilidad muscular, entre otros.

“Etiloterapia” por 72 horas

El tratamiento que se ha venido aplicando a los afectados por intoxicación aguda por metanol, abarca desde el lavado gástrico hasta la administración de ampollas de etanol, o en su defecto, el suministro de dosis de bebidas con alto contenido de etanol como vodka, whisky o ron durante al menos 72 horas para bloquear la enzima alcohol deshidrogenasa. También se les administra ácido fólico y bicarbonato de sodio.

Metanol es rápidamente absorbido por el cuerpo

El alcohol metílico, alcohol de madera, carbinol o alcohol de cocina, es un producto líquido a temperatura ambiente, volátil e inflamable. Tanto el metanol como sus metabolitos son tóxicos una vez ingresan al organismo. Es común encontrarlo en muchos productos industriales y domésticos como removedores de pintura, soluciones de limpieza, resinas, anticongelantes, productos fotográficos, entre otros. Es rápidamente absorbido en el tracto gastrointestinal y los tejidos. Se puede encontrar niveles de metanol en sangre 30 a 90 minutos después de ser ingerido y puede durar entre dos a 24 horas en el cuerpo. El ácido fórmico es el metabolito responsable de los efectos tóxicos del metanol, el cual inhibe la función mitocondrial en la retina y aumenta el estrés oxidativo.

Intoxicación masiva en Nicaragua en el 2006

Las intoxicaciones por metanol son consecuencia de su utilización fraudulenta en bebidas alcohólicas en sustitución del etanol o por deficiencias en el proceso de destilado lo que ha dado lugar a intoxicaciones epidémicas, que han ocurrido en países como Nicaragua, Colombia, Venezuela y Estados Unidos. La más reciente intoxicación masiva fue la ocurrida en Nicaragua en septiembre de 2006, cuando resultaron afectadas 788 personas después de ingerir “guaro”, un preparado de destilado casero que contenía metanol. En esa ocasión, 44 personas murieron y 15 quedaron ciegas; durante la atención a este brote se requirió del apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En Colombia, se han documentado brotes por el consumo de licor adulterado durante épocas de festividades. El primero en 1989 con 31 personas afectadas, de las cuales 21 fallecieron; y el segundo en 2004, en la celebración del Día de las Madres, en donde resultaron afectadas 88 personas, de las cuales 11 murieron, once tuvieron secuelas neurológicas y otros quedaron ciegos. En los estados de Michigan y Atlanta también se documentan casos de este tipo.

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