Hay dos elementos narrativos que lo sustentan en términos cinematográficos, bien innovadores, por encima de la saga misma, por encima de su ribete comercial, de ser realizado con fuerte maniqueísmo, estos son el final que se deja franco a cualquier eventualidad y al mismo tiempo aquel momento en que por escasos segundos el sonido se ausenta -escuchamos la música apenas pero no los gritos ni las explosiones- en medio de esa dinámica escena de acción de los primeros 10 minutos, y eso provoca a la platea, ya que no es costumbre en estas narrativas. Ambos elementos son hijos de una desconstrucción con respecto a la saga Star Wars. La aventura (para la platea) comienza con un texto repleto de términos militaristas y políticos tales como “la nueva república”. “la general”, “Resistencia”, “tiranía”, y así por delante. En inicios de filmes, esa es una de las formas más eficaz de seducción porque da un dejo de sabor a acontecimientos pasados y te coloca en medio de la historia, y, por supuesto, acompañado de un corte musical ajustado que enlace ese texto explicativo a la secuencia que sigue de inmediato. La primera escena da cuenta de que la Resistencia apenas cuenta con municiones (muy similar a los constitucionalistas del 1965, dirigidos por Caamaño, a los que solamente les quedaban municiones para 3 días de combates en resistencia, completamente cercados por miles de marines con el mejor armamento de la época. Resistir era un suicidio; se negoció la rendición y el 3 de septiembre Caamaño renunció como presidente). Pues bien, lo que sigue a esa primera secuencia es un rosario de escenas y secuencias con déjà vu de Juego de Tronos, El Señor de los Anillos, Blade Runner, por ejemplo, en una narrativa accidentada por lo vaga que es y que tienden a repercutir en el desarrollo armónico de la historia. Así, momentos de gran acción se contraponen con momentos pasivos en un vaivén rítmico tipo montaña rusa. Esos instantes procuran buscar justificaciones a los acontecimientos, no obstante termina por darse mal en ese incoherente propósito de construir una narrativa que la canalice hacia el imaginario popular. Para entenderlo mejor, no logra una historia coherente decantándose por el ´deux ex machina´ (un artificio escénico de resolución de conflicto, salido de la nada en vez de salir del argumento).

H HH T Género: Ciencia ficción de guerra.
Duración: 150 minutos

Posted in Crítica Cine

Más de cultura

Más leídas de cultura

Las Más leídas