Leamos: Ya comenzó el nuevo año (2018) y el panorama deportivo, en concreto el movimiento olímpico nacional, se pone bien interesante.
Es lo que percibo… y como nunca escondo mi pensamiento -y así debe siempre trabajar el periodista profesional y que acciona en base a la objetividad- , expongo en este artículo lo que creo más le conviene al deporte amateur de República Dominicana.
Por ejemplo, el Comité Olímpico Dominicano (COD) está en la obligación de “sacudirse”, enfrentar con más rigor los problemas que abaten al deporte.
Aplicar, sin dilación, una política más agresiva la cual genere mejores resultados en el marco de las competencias internacionales en las que participan nuestros atletas del nivel superior.
Luisín Mejía Oviedo -hay que resaltarlo- ha realizado un excelente trabajo al frente de la presidencia del organismo…¡nadie debe ser mezquino! Desde el mismo momento que sucedió en el cargo a José Joaquín Puello, quien también fue un gran líder del movimiento olímpico, Mejía Oviedo se esforzó para que los atletas criollos trillaran mejores caminos.¡Su labor ha sido extraordinaria!
Ha tenido como soporte a un compañero que le ha sido fiel. Fiel en las buenas y en las malas. Porque también en el seno del COD se han registrado momentos malos.
Ese compañero, actual secretario general del COD, es Antonio -Colin- Acosta quien además, como presidente de la Federación Dominicana de Lucha, ha sido un dirigente de incuestionados logros.
El turno es de Colin Acosta
Hace unos meses, en este mismo espacio, escribí que Antonio Acosta, en su excelente desempeño como secretario general del COD, y desde hace más de dos décadas, ha sido un dirigente deportivo efectivo. Ratifico esta categórica opinión: Colin Acosta, en sus funciones como secretario general del COD, no ha puesto “zancadillas” a la gestión de Mejía Oviedo. Mejía Oviedo, precisamente por su excelente labor, hoy ocupa un puesto en el Comité Olímpico Internacional (COI). ¡Un alto honor! Anoto este punto: Mejía Oviedo no debe optar por una nueva reelección. Que no les haga caso a los sabuesos… ¡qué le dé paso a Colin Acosta!
