San Salvador. Una deportación masiva de los casi 200,000 salvadoreños que residen en Estados Unidos tras el fin del estatus migratorio conocido como TPS podría suponer una crisis humanitaria para el país centroamericano, estimó el lunes una autoridad migratoria.
El presidente Donald Trump anunció ayer lunes que no renovará la protección legal, otorgada tras los daños causados por un huracán en 1999 y un terremoto en 2001 en Centroamérica y que fue renovada en varias oportunidades.
El gobierno estadounidense esgrimió que El Salvador ha recibido cuantiosa ayuda internacional y que gran parte de la infraestructura del país ha sido reconstruida por lo que no se justifica mantener el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés).
“Nuestro país no está preparado para recibir a miles de salvadoreños”, dijo en conferencia de prensa Cesar Ríos, del Instituto Salvadoreño del Migrante. “Una deportación masiva estaría dando un duro golpe a la economía del país, un grave golpe al grupo familiar. Esto provocaría una crisis humanitaria”, agregó.
Ríos pidió buscar una solución permanente antes de que expire la vigencia del trato preferencial el 9 de septiembre de 2019.
El 97% de los salvadoreños con TPS tienen 25 años o más, y una tercera parte trabaja en el área de servicios.
