Este interesante artículo fue escrito por Jonathan Reckford, quien es el ejecutivo principal de Hábitat Internacional para la Humanidad, y Tjada Mackenna, quien es la directora de Operaciones, con motivo de cumplirse la trágica muerte del Dr. Martin Luther King. Es un poderoso mensaje de igualdad y compromiso que queremos compartir no sólo como parte del Consejo de Hábitat, sino como un admirador del trabajo y dedicación que cada uno de ellos pone en crear un mundo basado en una profunda fe y el deseo de igualdad para todos.

“Hábitat para la Humanidad está impulsada por una visión de un mundo donde todos tienen un lugar digno para vivir. Nos dedicamos a crear ese mundo porque creemos que todos, cada uno de nosotros, independientemente de quiénes somos o de dónde venimos, merece una vida decente y merece la oportunidad de un mejor futuro.

Creer no es suficiente. Y por eso construimos.

Construimos casas y, a través de esas casas, la fortaleza, la estabilidad y la autosuficiencia que las familias necesitan para lograr una vida mejor. Esa mejor vida es nuestro objetivo principal. Y así cuando construimos casas, también construimos puentes entre personas de diversos orígenes, construimos caminos hacia comunidades más conectadas, construimos formas para que todas las personas se reúnan y compartan la creación de un mundo nuevo.

Ese nuevo mundo permite acceso, igualdad y oportunidad para todos. Ese nuevo mundo representa lo que el Dr. Martin Luther King Jr. llamó “la comunidad amada”.

La comunidad amada es justa. La comunidad amada se construye a base de amor. No sólo cualquier amor, sino como el Dr. King dijo “el amor de Dios que opera en el corazón humano”. Ese es un amor práctico que requiere participación. Cuando ese amor es verdadero y completamente presente, nos exige actuar.

Es parte de la herencia de Hábitat. Comenzamos en Koinonia Farm, una comunidad interracial en las afueras de Americus, Georgia, fundada en 1942, por el granjero y erudito bíblico Clarence Jordan.

A lo largo de los años 1950 y 1960, Clarence y sus compañeros residentes de Koinonia estaban ferozmente comprometidos con la igualdad de todas las personas y totalmente dedicados a crear oportunidades para todos.

Nacidos de esa visión, hemos crecido hasta convertirnos en una organización global, que ha trabajado arduamente para practicar ese tipo de amor durante más de 40 años. Fomenta nuestra creencia de hacer que la vivienda sea accesible y asequible para las familias de bajos ingresos es un componente fundamental para crear el tipo de futuro que el Dr. King imaginó.

Nos preocuparnos por las necesidades de aquellos que necesitan de nuestra ayuda. Tenemos que asumir las luchas de los demás como propias y desearles las mismas cosas que queremos para nosotros mismos. Tenemos que vivir cada día sabiendo que estamos unidos, que cada uno de nosotros debe hacer su parte, que prosperemos juntos o que nos marchitemos solos.

Durante una breve carta en la década de 1950, el Dr. King escribió a Clarence, señalando las luchas que Koinonia enfrentó por culpa de vecinos hostiles y poco acogedores. “Espero que consigas algún consuelo del hecho de que en tu lucha por la libertad y una comunidad cristiana verdadera tienes compañerismo cósmico. Que Dios conceda que esta trágica medianoche de la inhumanidad del hombre para con el hombre pronto pase y surja el brillante amanecer de la libertad y la fraternidad”.

Todavía esperamos ese amanecer. Si bien se ha hecho mucho, queda mucho trabajo por realizar. Este nunca será un mundo de igualdad, de equidad, de decencia humana que no deje lugar a la pobreza, el prejuicio o la violencia, a menos que la construyamos.
Acciones contundentes hablan más que mil palabras. Trabajar juntos, uno al lado del otro, es lo que continuará moviéndonos de la trágica medianoche a la gloriosa mañana. Porque como el Dr. King tan poderosamente declaró: “La oscuridad no puede quitar la oscuridad; sólo la luz puede. El odio no puede quitar el odio; sólo el amor puede”.

Con su énfasis en la comunidad amada, el Dr. King nos dio los planos. Gente de fe y perseverancia como Clarence lo han dirigido y avanzado. Ahora depende de todos nosotros hacerlo una realidad.

En 2018, mientras conmemoramos los 50 años de la trágica muerte del Dr. King y la aprobación de la Ley de Vivienda Justa días después, Hábitat renueva nuestro compromiso de trabajar más que nunca para ayudar a hacer realidad la comunidad amada. Únete a nosotros”.

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