La devoción altagraciana se manifiesta en la devoción que tienen los dominicanos a la Virgen María, bajo la advocación de la Altagracia, cuando se comenzó a peregrinar hacia el santuario en la parroquia San Dionisio del municipio de Higüey, luego de su aparición en el Naranjo.
Desde sus inicios, en el año 1512, esa devoción se manifiesta de muchas maneras, y una muestra de esto es la cantidad de feligreses que llegan al nuevo santuario, Basílica Catedral de Nuestra Señora de la Altagracia de Higüey desde principio de enero hasta el 27 de febrero.
Y es que para el 21 de enero, Día de Nuestra Señora de la Altagracia, más de un millón de feligreses de distintas partes del país, llegan al lugar de peregrinación para cumplir promesas, darle gracias a la Virgen y a pedir favores, que en Jesús le son concedidos.
Parte de ese fervor se muestra en los regalos que le llevan a la Virgen cuando la visitan en diferentes ocasiones durante el año, como son las piezas de cera en forma de persona, de barro, de oro o de plata, simbolizando el favor en el objeto.
De acuerdo al padre Santiago Bautista, sacerdote franciscano capuchino, la importancia de la devoción a la Altagracia, es el valor espiritual que encierra su iconografía y la intercesión ante las múltiples peticiones de los fieles que han encontrado respuestas.
Pero su gran aporte al pueblo dominicano no es solamente porque lo librara de múltiples terremotos y batallas como la de la Limonade que se llevó a cabo el 21 de enero de 1691, sino también por esa maternal protección ante el peligro.
Sin embargo, el sacerdote señala que la Protectora encuentra al país sumergido en un mar de vicisitudes, “un pueblo lleno de angustia, calamidades y arrodillado por este percance de la corrupción e impunidad. María la llena de gracia viene con el vino nuevo de su Hijo a liberar de tantos peligros e inseguridad que asecha a sus hijos”.
Identidad de los dominicanos
La Virgen de la Altagracia fue coronada como Protectora de los dominicanos, el 15 de agosto de 1922 y Dios se manifiesta en ella protegiendo al pueblo, que la reconoce como la figura que más lo identifica, tanto así que fuera del país y donde quiera que haya un dominicano, el domingo próximo al 21 de enero se reúnen y hacen una gran celebración con sacerdotes invitados de este país.
Esta advocación mariana no es sólo de República Dominicana, sino también de otros países de América y Europa, quienes peregrinan, celebran y hacen promesas y sacrificios en honor a la virgen de la Altagracia.
Cada año el presidente participa de la eucaristía
Desde este sábado 20 cientos de devotos permanecen en los alrededores de la Basílica para celebrar mañana, la fiesta de Nuestra Señora de la Altagracia, patrona del pueblo dominicano. Mientras que el presidente Danilo Medina Sánchez asistirá a la misa solemne de las 10:00 de la mañana junto a funcionarios y otras personalidades. La eucaristía será presidida por el obispo de la diócesis de La Altagracia, monseñor Gregorio Nicanor Peña.
