Cambiar no supone dejar de lado quienes somos, sino, ver y hacer las cosas de manera diferente

“Conocer la propia personalidad, sus fortalezas y debilidades, como las conductas limitantes, es entender por qué no has logrado lo que has querido hasta ahora para moverte al cambio y desarrollar una versión de ti misma, nueva, fresca, fuerte, que te permita alcanzar tus propósitos y ser feliz”, dice Kirssy Lorenzo, coach de vida.

A principios de cada año casi todos nos planteamos nuevos retos. Iniciar una dieta para bajar de peso es algo repetitivo en cualquier lista de propósitos; y es que cuando cerramos un ciclo, una puerta, concluimos un capítulo, y lo normal es aspirar a hacer algo distinto. Pero, como decía Albert Einstein, “cómo lograr resultados distintos si siempre hacemos lo mismo”.

“Todos gozamos de un gran potencial, pero no todos sabemos utilizarlo para ampliar nuestras capacidades y mejorar las perspectivas en nuestras vidas.

Sea porque nuestro entorno no lo estimuló en los años de formación, sea porque estamos en el oficio o profesión errados, porque aún no somos conscientes de nuestros talentos, o porque los modelos de los que aprendimos a actuar, vivir, tener, no fueran los mejores. Por la razón que fuera, si hoy no estás plenamente satisfecho con tus resultados, con tu vida, con tu trabajo, ahora es el momento y el lugar para cambiarlos. Esta es una fecha ideal para comenzar el proceso y crear un cambio significativo en tu vida para un nuevo año que comienza”, así lo explica Kirssy Lorenzo, escritora, conferencista y coach de vida, www.KirssyLorenzo.com, con quien hemos abundado sobre el tema.

“Si buscamos aumentar nuestros ingresos, si anhelamos el éxito en nuestra vida familiar, buscamos la felicidad en nuestra relación, si tenemos la capacidad y deseamos expandir nuestro negocio o si estamos solos y queremos conseguir pareja, ¿cómo obtener resultados distintos si seguimos haciendo lo mismo?”, se pregunta Lorenzo.

Y es que todos procuramos el éxito en cada cosa que realizamos.
Ahora bien, ¿qué es el éxito?

La palabra viene del latín y significa salida, como su similar en inglés: Exit, refiriéndose a resultado. Una definición literal sería: el resultado de un esfuerzo por lograr un objetivo previamente fijado.

A mí la definición que más me gusta es: ‘La plenitud que se siente cuando estás conforme con quien eres y con lo que tienes’.

Ser exitoso (respetando que cada persona tiene su propia definición del éxito), lograr la felicidad y/o alcanzar la prosperidad requiere un trabajo personal y el punto de arranque de dicho trabajo es el conocimiento de uno mismo. Quien se conoce a sí mismo tiene muchas posibilidades de ampliar sus horizontes, sus propias fronteras personales y triunfar en la vida. Pero llegar a conocerse a sí mismo es mucho más que mirarse al espejo. Debes entender por qué haces lo que haces para que entiendas tus resultados y entonces puedas cambiarlos.

¿Está muy en boga el término autoconocimiento, cómo lo interpreta?
Hoy las neurociencias nos aportan información muy poderosa sobre nosotros mismos. Ya existen aparatos que ven de qué está compuesta la mente y con ello la conducta.

No somos el resultado de nuestras experiencias. Dos personas a las que les ocurra lo mismo no necesariamente terminan igual. Somos el resultado de las decisiones que tomamos con lo que nos ocurre. Estamos tomando decisiones desde niño y estas decisiones se van convirtiendo en patrones de conducta que, de acuerdo a cómo funciona el cerebro, se automatizan y se convierten en nuestra forma de ser. Maneras de actuar, hablar, pensar, aprender, reír, sufrir.

La forma en que nos comportamos no solo está en nuestro ADN. Un 50% de quienes vamos a ser está influenciado por la herencia genética (temperamento) el otro 50% estará influenciado por lo aprendido, lo practicado, y desde que parte del cerebro reaccionamos a nuestras circunstancias. Esto es lo que se llama carácter, que junto al temperamento forman la personalidad, la cual se desarrolla entre los dos y los seis años y nos predispone a ser de una manera, a tomar decisiones o no, a ser parte o no de un equipo, a enamorarnos de cierto tipo de persona, a tener ciertas inteligencias y vocaciones, a ser quienes somos y obtener, o no, lo que queremos.

Cuando conozco una persona e intercambio algunas palabras con ella puedo ver su pasado, hacia dónde va, puedo hasta identificar la personalidad de su pareja y en qué trabaja. Algunas me preguntan que si soy bruja, yo les digo que no; que es conocimiento e intuición al servicio de la humanidad y todos podemos desarrollarlo para ser felices, para impactar en nuestros hijos, para potencializar a nuestros empleados, para crecer en todos los sentidos.

He oído hablar de distintos tipos de cerebros. ¿A qué hace referencia?
El carácter está influenciado por el tipo de cerebro que usamos con más frecuencia en los años de formación y posteriores para atender a nuestras necesidades básicas (seguridad, amor, significado).

Cerebro primitivo o reptil: básico. También se le llama instintivo. Encargado de la supervivencia y de que sintamos hambre, sueño, sed, sexo y, frente al peligro, escapar o pelear.

Cerebro límbico o emocional: encargado de las emociones como un mecanismo más elaborado de supervivencia. Las emociones nos permiten acercarnos a lo que nos da placer y alejarnos de aquellas fuentes de dolor. Es en este cerebro donde se haya la clave de la felicidad y el éxito. A través del neurolenguaje, que muchos profesionales de la conducta han adquirido en los últimos años, es posible ayudar a las personas a superar traumas, alcanzar metas, ser felices.

Cerebro neocórtex o analítico: el del pensamiento. Es donde se alojan las capacidades de leer, escribir, aprender, hablar uno o varios idiomas, dominio de las matemáticas, el análisis, la creatividad, la intuición, la imaginación, entre otras.

¿Significa pues que conforme a nuestras conductas será nuestra forma de ser?
Del conocimiento de cómo está estructurado nuestro cerebro y de cómo estas conductas automáticas nos hacen actuar, existen nueve formas de ser:

Perfeccionista: Personas que buscan hacer lo correcto. Trabajadoras, honestas, críticas, duras consigo y los demás. Con vocación hacia el servicio: médicos, abogados, maestros, tráfico aéreo. Uso primordial del cerebro reptil.

Altruista: Personas enfocadas al servicio. Ponen a los demás por encima de ellos mismos. Vocación hacia enfermería, psicología, servicio al cliente, ventas, etcétera.

Triunfador: Persona enfocada al éxito. Competitiva, carismática, focalizada, no le gusta perder el tiempo. Vocación: figuras públicas, televisión, modelaje, liderazgo.

Melancólico: Persona enfocada hacia sí misma desde el drama. Introvertidos, emocionales, creativos, artísticos. Vocación: todas las expresiones de arte. Pintor, cantautor, fotógrafo, arquitecto, diseñador, entre otros.

Intelectual: Persona autosuficiente dotada de mucho conocimiento que prefiera pasar el tiempo solo. Vocación: investigador, científico, matemático, contador.

Desconfiado: Persona que crece en ambiente de incertidumbre y se vuelve ansiosa, temerosa, que gusta de seguir las reglas y de buscar lo que le permita sentirse seguro. Vocación: psiquiatras, funcionarios, policías.

Entusiasta: Persona alegre que ve el mundo desde una perspectiva positiva. Amigos de pasarla bien, el alma de la fiesta, gozoso, evasor del dolor. Vocación: ventas, modelos, actores, cantantes, deportistas.

Jefe: Persona que le gusta el poder y el control. Autoritario, intimidante, fuerte, poco sensible y práctico. Vocación: CEO, emprendedor, gerente de venta, militar.

Diplomático: Persona calmada que busca la paz, ante todo. Suele evitar el conflicto y posponer las cosas. Vocación: jueces de paz, diplomáticos, chefs, amas de casa, educadores.

Kirssys Lorenzo, coach de vida.

Saber más
En la página web de Kirssy Lorenzo, de manera gratuita, puedes hacer un test y bajar recursos para planear ese 2018 que tanto deseamos todos.

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