El Gobierno ha puesto fecha de entrega a dos importantes obras del transporte que juntas apuntan a beneficiar a 937 mil personas en esta capital. Se trata de la Línea 2B del Metro y el Teleférico de Santo Domingo.
Si bien es cierto que ambos sistemas conllevan procesos distintos en su construcción, funcionamiento y operación, también es notable la concentración de esfuerzos y fluidez de recursos para uno y la dejadez y postergación hacia el otro.
A diferencia de la Línea 2B del Metro, desde el inicio de sus excavaciones el Teleférico ha llevado un cronograma de trabajo pocas veces accidentado.
El transporte aéreo, conocido como el Teleférico de Santo Domingo, inició su construcción en enero de 2016, dos años después de haber comenzado la extensión del Metro, y su puesta en funcionamiento se estima para el primer trimestre del 2018.
Desde mediado de 2013, los diferentes medios de comunicación vienen dando seguimiento a la construcción de la línea ferroviaria, que conecta a Santo Domingo Este y el Distrito Nacional con cuatro estaciones.
Se esperaba que con el viaje (de prueba) que hizo el mandatario Danilo Medina junto a un grupo de funcionarios el 5 de mayo de 2016, días antes de ser reelecto como presidente de la República, se adelantaría la apertura al público de manera definitiva. Pero, en lugar de avanzar, esta obra lleva más de un año de retraso.
Luego de aprobar préstamos millonarios para su continuación, el Gobierno puso nueva fecha a la conclusión de la Línea 2B del Metro, proyectada para abril del presente año, y para julio se estima estarían instalados los trenes que cruzaran por el puente atirantado sobre el Ozama. Según cálculos de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret), la extensión de 3.6 kilómetros del Metro beneficiará una población de aproximadamente 650,000 habitantes
Dinero invertido en obras
Según se registra en la memoria 2017 de la Opret, en la construcción del tramo de la Línea 2B, se han invertido 15 mil 239 millones de pesos, más 63.70 millones de euros y 7.05 millones de dólares.
Mientras, con una longitud de cinco kilómetros, el Teleférico impactará a una población de 287 mil personas en 30 barrios de la cuenca norte del río Ozama históricamente marginados.
En esta obra, el Gobierno, a través de la Unidad para la Readecuación de La Barquita y Entornos, invirtió más 3 mil millones de pesos.
