Sor Eutimia es una figura imprescindible en el Hospital Escuela de Diabetes, que hoy tiene el nombre del Dr. Jorge A. Hazoury. Todos los que la hemos tratado la queremos y apreciamos por su entrega al servicio y su solidaridad con el prójimo. Sor Eutimia nació en Araya, pueblo del país vasco, el 20 de enero del 1918, por tanto acaba de cumplir 100 años de edad. En el hospital se le dedicó un hermoso acto, y la Sra. Mercedes Toral Vda. Hazoury, presidente del Patronato de Lucha contra la Diabetes, pronunció el discurso de orden. Muchas de las informaciones que contiene este artículo provienen de las palabras de Doña Micky.

Desde pequeña sor Eutimia tuvo vocación religiosa y de servicio para la salud, por lo que ingresó a la Escuela de Medicina, pero la situación de España con la guerra civil, la obligaron a interrumpir sus estudios. En el 1946, con 28 años de edad, ingresó a la Congregación “Misioneras Dominicas del Rosario”, en la ciudad de Pamplona, en España. Luego de formalizar sus estudios religiosos, se trasladó a Bélgica, para estudiar Francés y Medicina Tropical, ya que querían en su congregación ir en ayuda del Congo Belga. La situación en la Europa de la Postguerra la condujo entonces a un destino muy especial, China, en concreto Taiwán, en la ciudad de Ping Tong. En aquellas tierras, sor Eutimia se entregó por completo al trabajo en el Hospital, que estaba a cargo de religiosas chinas y españolas. Allí aprendió Mandarín, trajo una gran cantidad de niños al mundo, e hizo gran empatía con un pueblo reservado, pero que supo valorar el trabajo entusiasta de sor Eutimia.

En el 1969, luego de 15 años de servicio en China, vino a nuestro país, ya que su congregación religiosa prestaba servicios en la Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia. La labor de las religiosas en los hospitales del Estado, será motivo de otro artículo por su gran impacto y grandes beneficios para la población más necesitada. En el 1973, el Dr. Hazoury organizó un importante curso de diabetes, destinado a médicos y enfermeras de todo el país, y que fue el primero de muchos que ha realizado el Instituto de la Diabetes. Pues en ese curso, conoció el Dr. Nozym Hazoury a sor Eutimia. Durante el curso, sor Eutimia se acercó al Dr. Hazoury y le hizo gran cantidad de preguntas sobre la labor del Inden, y le hizo algunas observaciones. Ese encuentro de 15 minutos, le dejó claro al Dr. Hazoury los conocimientos de administración y de salud que tenía sor Eutimia, por lo que la invitó a conocer la obra en proceso que era en ese momento el Instituto de la Diabetes y el futuro Hospital Escuela de Diabetes.
El Dr. Hazoury le propuso a sor Eutimia incorporarse a su labor, y ella le respondió que debía consultarlo en la Orden. Le autorizaron que ayudara al Dr. Hazoury por media tanda y 15 días. Como dice la Sra. Toral de Hazoury: “esos 15 días se han convertido en 45 años”. Y sigue: “A sus alcanzados ya 100 años de edad, asiste al hospital todos los días con el mismo entusiasmo y el compromiso de siempre. Sor llega a las 7:30 de la mañana, visita a los enfermos hospitalizados, les pregunta cómo se sienten y cómo se les ha tratado, dejando en cada uno de ellos un agradable aliento de bienestar”.

Su prodigiosa energía hace que en las tardes, en la casa donde vive, se ocupe del jardín. Esta es sor Eutimia Urrutia, un ser humano excepcional, inspirada en los más excelsos valores espirituales al servicio de sus semejantes.

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