¿Se sale fácil de la cárcel?

El sistema procesal penal dominicano se cuestiona por múltiples factores. Muchas veces sin razón, o con motivaciones alejadas de la búsqueda de la “justicia”. Otras, en procura de reales mejorías del sistema de justicia.

El sistema procesal penal dominicano se cuestiona por múltiples factores. Muchas veces sin razón, o con motivaciones alejadas de la búsqueda de la “justicia”. Otras, en procura de reales mejorías del sistema de justicia.

Es decir, no todas las críticas tienen sustento probatorio, pero crean una fuerte percepción en el público, que logra suplantar la realidad.

Entre estas ideas sembradas en la psiquis colectiva, con una firmeza difícil de combatir, está la que expresa que “salir de la cárcel es fácil”. Lo cual es totalmente alejado de la realidad procesal dominicana.

El derecho penal como conjunto – incluyo lo penal propiamente dicho y lo procesal- parece tener entre sus fines prácticos (desde el punto de vista político-social), el de excluir al desvinculado socialmente, para protección de la sociedad mantenimiento del estatus quo. Es decir, es un derecho contra el pobre.

De este pobre (sin vínculos ni recursos) están llenas las cárceles y, una enorme cantidad, sin decisiones firmes. En espera de una respuesta en el sistema de justicia que los encierra de forma “preventiva” y casi hacen de esta una pena anticipada.

Esos que entraron al sistema de justicia con una prisión preventiva de 15 días o un mes, por haber robado un retrovisor de un vehículo, o por oler cemento en un basurero, y que no debieron estar presos por eso, quizás duren entre 3 a 6 meses para recuperar su libertad, si tienen la suerte de que su abogado sea diligente.

Es decir, salir de la cárcel no es fácil. Y los denominados presos preventivos están como la verdolaga.

Invito a hacer una prueba. Vaya un día a la jurisdicción de atención permanente más cercana y apuesto peso a cabo é túbano a que si el rol de vistas tiene 15 en el mismo, habrá mínimo 13 prisión preventiva, 1 suspensión por falta de abogado titular de elección y 1 garantía económica (quizás de imposible cumplimiento).

Hagan la prueba y es muy probable que este, o muy parecido, sea el resultado.

Estos y otros son mitos jurídicos. Entrar a la cárcel dominicana es fácil. Claro, los “nadie” (como decía Eduardo Galeano) entran más fácil. Ahora, salir no es fácil. En esto influyen factores diversos, entre estos: jueces que no son Jueces y fiscales que no son objetivos y abusan del temor que infunden en los jueces. Asuntos sobre lo que ya hemos escrito antes.

El fortalecimiento del sistema de justicia penal redundará en beneficio de todos, pero mientras “los políticos” no se pongan de acuerdo en esa línea y lo entiendan estaremos padeciendo estas y otras deficiencias y espejismos.

Ídolos de la tribu que “nublan el entendimiento humano”, al decir de Francis Bacón. Seguiremos en otras Pinceladas abordando las deficiencias del proceso penal.

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