Santiago. Las deterioradas vías de acceso hacia la comunidad Arroyo del Toro, en la cordillera Septentrional, obliga a los estudiantes a cargar sobre sus hombros la merienda escolar.
Arroyo del Toro enfrenta un limbo territorial y todo tipo de trabas que impiden su desarrollo, debido a que está ubicada en la zona limítrofe entre Tamboril y Puerto Plata. La merienda es llevada hasta un punto de la comunidad, y es transportada por la caridad de algunos amigos en camiones que luego no pueden llegar a su destino por el mal estado de varios tramos del camino.
“La merienda para la jornada extendida también peligra, pues está a punto de suspenderse por la misma causa, pedimos por favor ayuda de las autoridades para que continúe mejorando la educación”, apunta el profesor Frank Félix Martínez.
El centro escolar cuenta con una matrícula de apenas 46 alumnos y la deserción escolar es cada vez más alta debido a la falta de oportunidad y de precariedades que los padres deben enfrentar para enviarlos a las aulas. Martínez expresó que cuando llueve, muchas veces los padres deciden dejar a los niños en sus casas, pues el lodo que se forma por el deterioro de las calles les dificulta hasta poder caminar.
El pasado año, elCaribe publicó las preocupaciones que enfrentan los residentes en la comunidad Arroyo del Toro, pues hasta para obtener una cédula, deben trasladarse a la comunidad de Yásica perteneciente a Puerto Plata, a pesar de que hacen vida y en ocasiones reciben ayuda del distrito municipal de Canca la Piedra del municipio de Tamboril en Santiago.
Las únicas ayudas que hasta el momento han recibido, llegaron hace ya casi dos décadas, con el Plan Quisqueya Verde que en su momento asumió el entonces vicepresidente de la República, Jaime David Fernández Mirabal. Tras el alud de tierra en febrero del 2009 que dejó sepultada a la comunidad de Carlos Díaz, ubicada en el trayecto hacia Arroyo del Toro, las vías de acceso fueron dejadas abandonadas.
