Reconozco que me resulta muy difícil entender la política al estilo criollo. Se menciona de nuevo la omnipresente “reelección”, no obstante que el actual mandatario tiene una prohibición expresa de correr por otro período consecutivo. Eso significa que no se tiene mínimo recato en considerar una nueva modificación constitucional por expresa ambición política. ¿Resistiría la sociedad dominicana otro irrespeto institucional tan grosero? Parece que va siendo hora de reflexionar sobre el impacto político-social de más modificaciones constitucionales coyunturales. De tanto ir el cántaro al agua se rompe, nos jugamos la gobernabilidad. Barack Obama tenía la popularidad para continuar en el poder pero donde la legalidad no puede romperse eso es solo algo anecdótico. Pongamos el futuro nacional primero. Por Dios.

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