Introduzco la hipótesis formulada en estas notas con datos de la realidad que explican por qué ya está escrito que la convención del PRM elegirá a José Ignacio Paliza y a Carolina Mejía como presidente y secretaria general, independientemente de las virtudes de los candidatos que compiten con ellos.

En 1998 Milagros Ortiz Bosch compitió por la senaduría del Distrito Nacional con el entonces presidente del comité capitalino del PRD, el distinguido empresario José Antonio Najri.

La competencia parecía decidida a favor de Najri, luego de que hizo publicar espacios pagados con amplias reseñas periodísticas testimoniando que casi todos los presidentes de zona le habían endosado su respaldo, insinuando que la mayor parte de la estructura dirigencial respaldaría a Najri. Al final explico por qué ganó Milagros.

Para 2008 Danilo Medina buscó la nominación presidencial por el PLD. Muchos dirigentes y funcionarios de Leonel proclamaban abiertamente su respaldo al secretario de la Presidencia durante 7 años de la gestión casi ininterrumpida de Fernández, 1996-2000, 2004-2008.

Danilo había sido el estratega del modelo de gobierno peledeísta, y una especie de primer ministro que nombró a funcionarios, montó nominillas, concedió mil favores y estableció relaciones de poder con núcleos empresariales. “Danilo es el jefe del partido y del gobierno, y no hay forma de que Leonel pueda interponerse en su camino, ganarle la convención será pan comido”, proclamaban.

Analicé a entusiastas amigos morados, montados en aquella guagua de Danilo, que dependían de la decisión que adoptaría Leonel, que por ser Presidente de la República era el líder del partido, y la Constitución no le impedía repostularse…esa historia terminó con la ya tristemente célebre frase “me venció el Estado”.

¿Cuál es la enseñanza que dejan esas dos experiencias? Que algunos connotados dirigentes pueden darle su respaldo a determinados candidatos pero la mayoría de las militancias, las masas, respaldan al liderazgo que les da garantías de impulsar a sus organizaciones hacia el poder, sea en determinados espacios, como en el caso de la senaduría de doña Milagros en 1998.

O sea, cuando van por todo, que para los perremeístas es ganar el 2020 para superar el actual modelo de gobierno agotado y desacreditado, y dar inicio a un nuevo proyecto de nación con los sectores que aspiran a un cambio de rumbo en la conducción del país.

La unidad de los liderazgos de Luis Abinader e Hipólito Mejía en apoyo a José Ignacio y Carolina produce sinergia, una suma de fuerzas que se unen para generar fuerzas aún mayores, que harán ganadores a Paliza y a Carolina de manera inequívoca, en la convención del 18.

Una victoria que estará cimentada en un proceso convencional caracterizado por la competencia democrática de una legión de buenos candidatos que compiten en todo el país y en las seccionales del exterior.

Y cimentada también en la transparencia de un padrón de militantes sobradamente validado, que a la hora de las votaciones estará depositado en la JCE, y que desde hace ya unos 12 días se encuentra en línea, disponible en el link: mipadron.com/verificate.html”, aunque pueda quedarle algún que otro error, propio de toda obra humana.

La nublazón propagandística del gobierno del PLD está debidamente engrasada para –a través de sus bocinas y comunicadores enquistados en algunos medios– arreciar su campaña de descrédito de la convención del PRM que como anunció ayer Tony Raful va el 18, y sin vuelta atrás.

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