El trastorno de ansiedad generalizada

La mayoría de las personas hemos experimentado algún tipo de ansiedad a lo largo de nuestras vidas, principalmente cuando vivimos nuevas experiencias o nos enfrentamos a situaciones de estrés.

La mayoría de las personas hemos experimentado algún tipo de ansiedad a lo largo de nuestras vidas, principalmente cuando vivimos nuevas experiencias o nos enfrentamos a situaciones de estrés.

La ansiedad puede tener diversas causas y provocar los más disimiles síntomas, razón por la cual la persona consultará con médicos varias veces antes de ser diagnosticada.

Es normal sentirnos ansiosos alguna vez, pero cuando la ansiedad es generalizada y repetitiva, la condición se hace preocupante y debe ser tratada por un profesional competente para evitar el deterioro físico y mental de la persona.

La prevalencia de la ansiedad generalizada diagnosticada por un psiquiatra en la población general es de un 5%.

Una condición de ansiedad puede ocurrir desde un niño de seis meses, separado de su madre, hasta una persona que supera los 70 años.

Es más frecuente en la mujer que en el hombre.
Aproximadamente, de un 55 a 60 por ciento más frecuente en la mujer.

Si no es bien tratada por un psiquiatra experimentado en el tema, el curso de la enfermedad suele ser crónico, mejora y vuelve.
¿Qué es el trastorno de ansiedad generalizada? “La ansiedad está caracterizada por un estado mental en el que se experimenta una sensación de miedo y esperanza; en la angustia hay miedo también pero ese miedo no es igual al de la ansiedad, el de la angustia es incertidumbre”, conforme lo explica el doctor José Ismael Reyes Nouel, psiquiatra, director de la Clínica de Conducta y Adicciones Reno, de Santo Domingo.

El paciente que siente ansiedad experimenta una sensación de un peligro inminente totalmente indeterminado, se desconoce la causa y la razón “pero el paciente así se siente y la actitud es la de esperar algo que concierne al peligro”.

“Esto crea un estado de alerta, de estar pendiente de lo que va a suceder acompañado muchas veces de un cuadro neurovegetativo que cuando se es extremo va acompañado de bradicardia, taquicardia, sudoración extrema, náuseas, vómitos, dolor de cabeza, en fin, un estado en que muchas veces está envuelto el aparato respiratorio, circulatorio, digestivo, etcétera”, enfatiza el médico.

Asegura que no es fácil hacer un diagnóstico de un cuadro de ansiedad generalizada y que es exclusividad de un psiquiatra entendido en la materia, que determinará si se está o no frente a un proceso simplemente emocional o guarda relación con algún problema orgánico.

“Por ejemplo, un caso de hipertiroidismo, que se determina con estudios de laboratorio, o debido al uso de una sustancia tóxica o secundaria a una droga como la cocaína, cannabis, incluso nicotina, café o alcohol, de manera extrema”, hace la salvedad.
Para diagnosticar a una persona con ansiedad generalizada el paciente debe tener los síntomas por más de seis meses. Si no tiene este criterio por más de seis meses no puede decirse que padece de ansiedad generalizada.

Causas

“Cuando hemos descartado las condiciones orgánicas, tóxicas y químicas y nos quedamos solo con la certeza de que el paciente tiene una ansiedad generalizada, con un cuadro solo emocional donde no hay ninguna otra condición que lo pueda causar, entonces podemos asociarla al estrés”, dice Reyes Nouel.

Ahora bien, en el estrés entran en juego condiciones orgánicas como es el cortisol, “los niveles de cortisona juegan un papel importante en la producción de una ansiedad. Casi nunca la ansiedad va sola, se asocia también a un desorden post traumático psicológico, pasado el trauma el paciente se queda con ese cuadro en el área límbica cerebral “.

Ahí se tiene ya una condición, “ lo que tú viviste se queda en memoria y cada cosa de la vida te trae el cuadro completo, es lo que se conoce como estrés producido por un trauma anterior”.

Otra causa importante de ansiedad generalizada es la depresión, “hay muchos autores que piensan que en la ansiedad generalizada los neurotransmisores que se mueven son los mismos neurotransmisores que se mueven cuando hay una condición depresiva”, amplía.

La fobia social está comórbida con la ansiedad generalizada, además del desorden de pánico, el desorden de somatización de separación, vinculado a cuadros obsesivos compulsivos.

Otros factores desencadenantes de ansiedad general lo constituyen “situaciones socio económicas y las relaciones amorosas porque conllevan a cambios en los neurotransmisores cerebrales”, subraya el galeno.

Tanto la obesidad como la anorexia pueden desencadenar ansiedades generalizadas por la inconformidad y la incertidumbre que les provoca su estado.

La hipocondriasis múltiple es otra causa de ansiedad generalizada, “el paciente se queja de dolor en el hígado, páncreas, pulmones, ojos, cara, oído, se siente mal en sentido general”, agrega.

El paciente con ansiedad generalizada presenta una condición biológica cerebral que lo hace vulnerable, no logrando controlar sus preocupaciones, así “cualquier evento o situación, por significante que sea, le despierta ansiedad y todo le preocupa aun cuando no haya motivos para preocuparse”, sustenta Reyes Nouel.

Tratamiento

Si el paciente no es atendido por un psiquiatra estudioso del tema, puede correr el riesgo de no ser tratado adecuadamente. El término ansiedad está muy asociado a ansiolíticos y “eso es un error que lleva a indicarle sedantes al paciente, provocando un cuadro de dependencia que le genera aún más ansiedad, ya que si no tiene la pastilla, es incapaz de conciliar el sueño, trabajar y mucho menos llevar una vida normal”, asegura Reyes Nouel, especializado en adicciones.

Así como el alcohol produce ansiedad por dependencia “así los sedantes crean una abstinencia que provoca un ‘delirium tremen’ que puede producir muerte súbita en muchos casos”.

José Ismael Reyes Nouel, psiquiatra.

Por esta razón, el doctor Reyes Nouel descarta los ansiolíticos en sus tratamientos. Él utiliza los neurolépticos o antidepresivos con efecto sedante o bien antihistamínicos “en estos pacientes el tratamiento debe ser quimioterapéutico porque no se limita a enlentecer la dinámica neurofisiológica que ocurre en el ser humano”.

Reserva el sedante para casos de desintoxicación a un paciente por una condición adictiva, pero nunca lo usa por más de 16 días. “Recuerdo a mis profesores decir que en la medida en que yo no fuera capaz de resolver el problema al paciente con la interactuación, en esa medida yo no era un buen psiquiatra o terapista, porque si no puedo convencerlo con la terapia cognitiva o terapia psicoanalítica, y tengo que recurrir al sedante, estoy fracasado en el caso de ese paciente” puntualiza.

Saber
Inquietud o sentirse agitado, dificultad para concentrarse o tener la mente en blanco, irritabilidad, tensión muscular y trastornos del sueño, son algunos de los síntomas que presenta la ansiedad generalizada.

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