Johanna Madera elabora vinos de frutas, una actividad en la que lleva ocho años y en la que está dispuesta a seguir

Johanna Madera elabora vinos de caña y de frutales y en eso lleva ocho años. Comenzó haciéndolos en su casa en Jarabacoa siempre que había celebraciones familiares, pero luego dio un salto más grande hasta hacer de esa actividad un negocio.

En su pueblo natal se le considera una emprendedora y cuando se evalúa el esfuerzo que ha realizado para ir creciendo obtiene alta calificación. Las frutas de las que hace los vinos artesanales o naturales son chinola, guineo, carambola, cereza, maíz y otras. “El negocio es una microempresa que se ha convertido en una empresa más grande en la medida que va pasando el tiempo. Tratamos de hacer algo diferente. Te puedo decir que elaboro los vinos de uva, que es el tradicional, pero mi fuerte son los de frutales”, le dice Johanna al equipo de elCaribe que le visitó en las instalaciones de la Feria Ganadera de la capital.

Ha llegado a ese lugar a exponer y a vender su producción, atendiendo a una invitación que le hiciera el Gobierno para participar en la Feria Agropecuaria 2018, que se celebra desde el día 9 hasta el 18 de este mes. “La idea surgió cuando iba a iniciar mis estudios de medicina, pero no tenía recursos para eso. Como en ese tiempo estaba haciendo vinos en la casa para compartir en familia, tomé en cuenta que eso tenía potencial de negocios y que podía ser una importante fuente de ingresos. “Analicé que con eso podía ayudar a mi familia y costear mis estudios de medicina. Eso fue en el año 2008”, rememora Johanna, en una conversación que transcurre entre el murmullo y la observación de los visitantes que se mueven por distintos lados en la feria.

Yohanna es una de esas emprendedoras que ha sabido lograr mucho contando con poco. “El capital con el que inicié el negocio de vinos era prácticamente cero, especialmente porque iniciamos de manera informal”, rememora.

Se refiere a que cuando elaboró los primeros vinos no tenía etiqueta ni ninguna presentación para las botellas. “Para entonces, las autoridades de Jarabacoa nos compraban la producción para las fechas de Navidad, para ellos hacer regalos o entregar algún presente a otras personas”, explica.

A la fecha, Johanna posee 45 barricas que utiliza para el proceso de fermentación y para almacenamiento. “Empecé con botellas de medio galón de cristal y luego usé garrafones”, recuerda Johanna. Su empresa se llama D´Johanna “Vino de frutas y cereales”. Su producción es adquirida por diferentes negocios, entre ellos supermercados, restaurantes y liquor store o tiendas de licores. “Hemos ido mejorando cada día más, tanto en la presentación como en el producto. Es un negocio familiar, pero tiene varios empleados. Y vamos camino a emplear más”, dice con optimismo. “No es un negocio grande, pero tengo la esperanza de que en el futuro lo sea”, agrega.

¿Cómo llegas a los clientes o cómo llegan a ti?, le pregunta elCaribe. Su respuesta es: “Mira, hay muchas personas a las que yo visito y hay personas que luego de probar los distintos tipos de vino en algunos restaurantes o supermercados me contactan. Eso quiere decir que les atrae el vino y que el sabor les agrada al paladar. Me llaman, incluso, cuando organizan algunas actividades familiares”.

Los vinos de Johanna son de mesa, idóneos para acompañar con una comida, tanto dulce como salada; un aperitivo digestivo, pero también se pueden fusionar en la cocina. “Es principalmente para tomar, pero usted puede agregarle vino a determinadas comidas”, explica la emprendedora.

Cuando se le pregunta si existe mucha competencia en lo que hace, dice que conoce algunos colegas que se dedican a elaborar vinos, pero la línea que ella tiene no la poseen otros. “Desde este punto de vista tengo poca competencia”, indica. Como en Jarabacoa no se produce uva, Johanna la compra en Neiba. En el caso de las otras frutas, las que ella no produce se las compra a cultivadores locales.

Johanna Madera no es una persona conformista. Asegura que tiene muchos planes en la vida y aprovecha para resaltar otros proyectos en los que se ha embarcado. Es la autora del libro “Llamas y cenizas”, que contiene poemas y textos de amor. Sobre los planes de expansión dice que tiene muchos proyectos.
“Tenemos visión de poder contar con una finca donde pueda cultivar cada una de las frutas que uso para los vinos. Actualmente cultivamos algunas, pero no tengo espacio para todas. Me visualizo con una gran empresa, no solo para mi familia, sino para otras personas y zonas aledañas”, expresa.
Asegura que no hay nada imposible y que solo se requiere trabajar con esfuerzo y nunca desistir. A Johanna se le puede ubicar en @djohannavinos (Instagram), y en D johanna Vinos Naturales (en Facebook). Pero también se pueden comunicar con ella al 829-660-3309.

Optimismo
“Yo pienso que siempre para lograr algo hay que insistir e insistir, pero nunca desistir, nunca decir estoy cansado”.

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