He venido observándolo durante los últimos años. Siempre rindiéndole honor al ejemplo del abuelo, como ciudadano ejemplar, escritor, político y estadista. Siempre leal a las causas más progresistas de este y los demás pueblos. Siempre activo en todos los planos del debate público de las ideas. Siempre crítico de las aberrantes desviaciones del Gobierno morado. Siempre cuestionador del absurdo político criollo y las inconsecuencias de sus pretensos líderes. Siempre libre y comprometido únicamente con sus convicciones…Por todo eso admiro a Matías Bosch Carcuro, un difícil incordio para los sedicentes boschistas.

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