Continuando con el tema de las relaciones políticas entre Estados Unidos y Puerto Rico, estamos discutiendo (…) dos importantes vistas celebradas en el Senado federal. La primera se celebró el 23 de junio de 1998, bajo el tema de “La soberanía separada o la independencia de Puerto Rico”. La segunda, se celebró el 6 de mayo de 1999, dentro de la consideración general del “Estatus político de Puerto Rico”. [1]
Jaime Rodríguez Cancel

Esta es la segunda entrega del libro “Puerto Rico y Estados Unidos: Conversaciones sobre geopolítica, geocultura y post colonialismo. 2005-2007”. Una obra especial, pues es un recuento de unas conversaciones televisivas entre el Dr. Jame L. Rodríguez Cancel y el profesor Juan Manuel García Passalacqua.

El programa 2, al que haremos referencia en este artículo, lleva por título “Libre asociación: Audiencias del Comité de Energía y Recursos Naturales del Senado Estados Unidos”. El tema del estatus de Puerto Rico es recurrente a lo largo del libro. Y como afirmaba el profesor Passalacqua, lo esencial era discutirse si debía ser soberanía separada o independencia, y sobre todo la condición ciudadana de los puertorriqueños. Era importante estas discusiones, pues en 1998 se celebraban los 100 años del acuerdo entre España y Estados Unidos, mediante este acuerdo Puerto Rico pasó a ser propiedad de los norteamericanos.
Para aprovechar el espacio, haremos un resumen sobre los elementos abordados.

Sobre la nacionalidad de los puertorriqueños

John Quilian, especialista en derecho constitucional norteamericano, y durante esos encuentros se debatieron mucho sus teorías. El intelectual de los Estados Unidos sostenía que la ciudadanía norteamericana de los puertorriqueños es producto de una legislación. No es el resultado de una ciudadanía por nacimiento. Por tanto, la ciudadanía de los nacidos en la isla de Borinquen era revocable.

Sin embargo, la American Civil Liberties Union testificaba exactamente lo contrario. Su argumento principal es que “no le pueden quitar la ciudadanía a nadie que ya la haya obtenido.
Pueden legislar prospectivamente, pero a la fecha en que le concedan la soberanía a Puerto Rico, a esa fecha, esa medianoche, todo el que haya nacido en Puerto Rico, nace ciudadano puertorriqueño, pero a los que ya poseen la ciudadanía americana, esta no se la pueden quitar. Y dijeron aún más, aquellos que nazcan hijos de los que ya son ciudadanos americanos, adquieren la ciudadanía por ser hijos de un ciudadano americano”.[2] Así pues, había dos posiciones. La primera es que la ciudadanía norteamericana de los puertorriqueños era revocable y la segunda que no lo era.

Pero Quilian iba más lejos. Su posición con respecto a los puertorriqueños no era solo jurídica y constitucional, sino y sobre todo de política pública, pues a su juicio no puede existir ciudadanía dual. “El problema, dice Quilian, es que la política pública de Estados Unidos no es la de conceder ciudadanías duales”.[3]

Sobre el Estado Libre Asociado

La propuesta de Luis Muñoz Marín de crear un Estado Libre Asociado, y aprobado por el Congreso de los Estados Unidos, fue una tercera alternativa en la que Puerto Rico le dijo a los Estados Unidos que ninguna de las opciones que le ofrecían eran satisfactorias. Esto, por supuesto, ha cambiado, 20 años después, pues hoy, en el 2018, el pueblo puertorriqueño, agobiado por una cruel realidad, votó a favor de la estadidad. El profesor García Passalacqua señalaba: “Me parece importante, profesor, que hagamos claro para el archivo oficial que todavía sigue siendo el último producido en el Congreso de los Estados Unidos, que podría dar testimonio allí, mediante el sometimiento de los documentos oficiales, que Luis Muñoz Marín envió para la publicación por parte del Departamento de Instrucción Pública de Puerto Rico, la tesis de que la alternativa al problema colonial era la Libre Asociación. Ello desde el verano de 1959. Radicamos en el Congreso, los documentos que atestiguan este hecho y que existen en el Archivo del Departamento de Estado de Puerto Rico. De manera que fue importante, que pudiera probar allí, que la Libre Asociación era la alternativa que le proponía al país y a los Estados Unidos Luis Muñoz Marín”.[4]

Pero volvamos al tema: “Se define el concepto y el modelo de la Libre Asociación, cualificándolo como la representación de una decisión voluntaria y libre de un territorio en particular, expresado en procedimientos, en procesos informados y democráticos.
Debemos destacar, además, los tres antecedentes que obran en las relaciones internacionales de los Estados Unidos que son los pactos de Libre Asociación con los Estados Federados de Micronesia, establecido en 1982; con las Islas Marshall en 1983 y las Islas Palau en 1994”.[5]

A propósito de los 100 años del acuerdo inter imperial, se hizo un plebiscito en Puerto Rico para que el pueblo eligiera entre libre asociación, estadidad o independencia. El resultado fue interesante. El pueblo apoyó al Estado Libre Asociado. Los independentistas quedaron en franca minoría. Y los estatistas obtuvieron un amplio porcentaje.

El capítulo termina con interesantes comentarios sobre algunas de las obras que se citan en la conversación.

Al leer esta conversación entre estos dos especialistas, ratifico mi percepción: Las potencias imperiales, todas, se han sentido dueñas del mundo, tanto, que se sintieron con el derecho de repartirse el espacio terrestre, como si las islas y los continentes fueran cosas, como si no hubiese allí seres que habitan, que piensan, que sueñan.

El hito histórico de haber nacido su conciencia nacional como alter ego de España, de haberse nutrido de la cultura hispánica, para luego, por obra y arte de un acuerdo entre dos imperios, borrar 400 años de historia y de luchas. El nacionalismo se vio socavado, los sueños de Betances se enterraron, para pasar a formar parte de un imperio que no los quería, pero que necesitaba su espacio físico en el Caribe porque era una importante zona de influencia.
Nos vemos en la próxima.
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[1] Dr. Jame L. Rodríguez Cancel y Juan Manuel García Passalacqua, “Puerto Rico y Estados Unidos: Conversaciones sobre geopolítica, geocultura y post colonialismo. 2005-2007”, San Juan Puerto Rico, Editorial Luscinia CE, 2017.
[2] Ibidem, p. 57.
[3] Ibidem, p. 58.
[4] Ibidem, p. 63.
[5] Ibidem, p. 61

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