Partiendo de la premisa de que las artes son poderosas y pueden ser transformadoras, la agrupación de danza Battery Dance Company, representada por Emad Salem, ha llevado sus enseñanzas a más de 47 países alrededor del mundo, a través de talleres creativos, basados en el rendimiento. El programa “Dancing to Connect” llegó por segunda ocasión a este país de la mano de la Embajada de los Estados Unidos, pero esta vez a Santiago, donde casi un centenar de jóvenes adquirieron conocimientos y habilidades sobre fundamentos de coreografía, estiramiento, flexibilidad y fortalecimiento, así como el trabajo en equipo y autoestima. Emad Salem, junto a Ruth Urry, Agregada Cultural de la Embajada de los Estados Unidos, resalta el honor de tener como invitado al grupo de danza profesional porque también creen en el poder de las artes para inspirar a los jóvenes a dar lo mejor de sí.

¿Cómo eligen a los jóvenes para participar en el programa?
Trabajamos con la dirección regional norte del Ministerio de Cultura para hacer la convocatoria, en colaboración con el Centro de la Cultura, Gran Teatro del Cibao, Centro Cultural Domínico-Americano, el Instituto Politécnico Salesiano y el Instituto Politécnico Nuestra Señora de las Mercedes, tanto a jóvenes con formación en danza, como a jóvenes sin experiencia, quienes comenzaron de cero, solamente con el interés y la motivación para hacer los talleres. Uno de los principios del programa es que todo el mundo puede bailar, todo el mundo tiene creatividad dentro.

¿Cómo logran la sinergia entre los que saben bailar y los que no tienen experiencia?
La metodología del programa se construye a base de escalas, empieza de una forma suave, pero progresa con los días, y encontramos que los jóvenes que tienen ya experiencia y los que no tienen, se unen a través del programa para unir esfuerzos y que todos sobresalgan.

¿En qué se basa su metodología de enseñanza?
La metodología tiene una estructura general, y a base de 28 ejercicios, nosotros encontramos los elementos que se requieren para armar una pieza de baile a través de los movimientos. Es para que los jóvenes expresen su propia creatividad y a través de estos talleres vemos en cuáles actividades son más exitosos y a partir de ahí se forma la pieza; por ejemplo, si al principio vemos en el grupo algunos incómodos, realizamos otras actividades con las que se sientan más cómodos a través de la danza. Si tenemos un grupo muy avanzado le damos tareas analíticas para que vean cómo pueden afectar su cuerpo algunos movimientos en la danza. La meta es que cada grupo vaya formando sus propias piezas a partir de sus conocimientos, ajustamos el programa según las necesidades de cada grupo, por eso podemos llevar el programa a través del mundo, a otros países, adaptándolos a las metas..

¿De qué forma conecta la danza a los estudiantes o a países participantes?
En todo, conectando los jóvenes con los otros jóvenes, con su profesor, pero también con ellos mismos. Ellos conocen más a fondo su propia identidad, y debido a que nuestra presentación final siempre es abierta al público, gratis, hay también una conexión entre los jóvenes con la comunidad.

A partir de su experiencia, ¿cómo se traduce en beneficios para los participantes?
Encontramos que los participantes al terminar el programa tienen mayor confianza en sí mismos, mayores habilidades en liderazgo, mayores habilidades en trabajar en equipo y encontramos también que nuevas amistades se forman durante el programa y perduran. Pero más importante es la semilla de inspiración de cada participante en el programa y la idea de que si trabajan en una forma disciplinada y juntos, como equipos, pueden lograr sus metas.

¿Qué los motiva a enseñar su arte por todo el mundo?
La misión de Battery Dance es que todo el mundo pueda tener acceso a la danza, y que la danza puede ser una herramienta poderosa para unir a la gente. En mi propia experiencia viajando por el mundo, creo que la danza puede ser una herramienta fuerte para cambiar las vidas de las personas.

Partiendo de esa idea, ¿cree que se debe destinar mayor presupuesto a las artes en países como el nuestro?
La falta de fondos para las artes es a través del mundo, no conozco la situación específica de aquí, pero en general creo se puede apoyar el arte. Esa es otra meta de nuestro programa, demostrar a los pueblos que las artes son poderosas y pueden ser transformadoras.

¿Qué tanta similitud o diferencia ha visto en la danza dominicana y la suya?
He visto más que todo ballet durante mi estadía en Santiago, pero lo que he visto durante todo el tiempo en este país, el nivel de la danza contemporánea es del mismo nivel que los Estados Unidos, uno de los ingredientes más importantes es la creatividad, y hay tanta creatividad en el pueblo dominicano.

¿Qué tal ha sido la colaboración con las otras entidades participantes en los talleres?
Maravillosa. Es una de las razones por las cuales quisiéramos regresar a la República Dominicana. Hace dos años invitamos a un grupo de danza contemporánea a participar en un festival de danza en Nueva York, y a través del Ministerio de Cultura pudieron viajar. Sería un encanto si los jóvenes viajaran a Nueva York a participar en el festival en la nueva edición.

Objetivo
La meta es que cada grupo vaya formando sus propias piezas a partir de sus conocimientos. Ajustamos el programa según sus necesidades”.

Efectos
Los jóvenes a través del trabajo duro, la disciplina y el respeto mutuo, pueden ver los resultados de su trabajo”.

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