Ejército minimiza internamiento de reclutas por ejercicios; dice no todas las personas soportan el entrenamiento

Marcelo Puello, director del Departamento de Sanidad Militar, de la Primera Brigada de Infantería de la Comandancia del Ejército de la República Dominicana,  minimizó el hecho de que ocho conscriptas hayan sido ingresadas a centros de salud tras presentar supuestos indicios de la afectación denominada “choque de calor”.

Reclutas
Reclutas

El director del Departamento de Sanidad Militar, de la Primera Brigada de Infantería de la Comandancia del Ejército de la República Dominicana,  minimizó el hecho de que ocho conscriptas (reclutas) hayan sido ingresadas a centros de salud tras presentar supuestos indicios de la afectación denominada “choque de calor”.

En ese sentido, Marcelo Puello, defendió el protocolo que se sigue en los entrenamientos, especialmente en el Campamento Militar 16 de Agosto, donde pertenecen las jóvenes que oscilan en edades entre los 19 y 24 años, e indicó que existe una estricta vigilancia desde el punto de vista militar y sanidad.

Al ser entrevistado durante el programa “Enfoque Matinal”, que se transmite por CDN, canal 37, Puello manifestó que la situación se agravó debido a que las jóvenes no expresaban sus dolencias a los médicos que las revisan por miedo a que la expulsaran.

“Se da la alerta con cinco conscriptas que en ese momento empezaron a tener sintomatologías desde el día anterior, pero cuando el médico las investigó, ellas no lo dijeron.  Se incrementaron los síntomas y las dejó en evidencia y entonces se da la alerta”, explicó el militar,

Agregó que al ver ese cuadro las llevaron al Hospital Central de las Fuerzas Armadas donde fueron ingresadas para iniciar un proceso de rehidratación un poco más avanzado. Además examinaron a las casi 180 reclutas y descubrieron que algunas de ellas también estaban deshidratadas.

Descartó que el cuadro se haya presentado por la falta de agua potable y aseguró  que cada una de jóvenes son dotadas de cantimploras con el líquido durante los entrenamientos y que en cada una de las líneas hay agua disponible, así  como en los cuarteles que duermen.

“El problema de la hidratación no vino por la falta de agua, porque en cada una de las líneas donde el personal se mueve hay agua potable suficiente y cada a una de ellas  se le coloca en la cintura una cantimplora para poder mantener la disponibilidad de agua en cada uno de los movimientos que cada una tiene que hacer dentro de su rutina”, subrayó Puello.

Cada entrenamiento es de 45 minutos, y de acuerdo con lo expresado por el alto mando, les conceden a las aspirantes a militares 15 minutos para que puedan  descansar y tomar agua. La rutina concluye a las 9:00 de noche.

Justifica

Puello justificó la rutina  de más de 10 horas de ejercicios y planteó que no representa un cambio brusco para las personas que no están acostumbradas a ejercitarse

“No todos reaccionamos de la misma manera a la adaptabilidad de cero ejercicios a comenzar un incremento de ejercicios, realmente es algo rutinario, cada vez que hay un entrenamiento militar, en este caso quizás se da la alerta porque es un personal femenino y es el segundo reclutamiento masivo que se hace de personal femenino”, expresó.

Choque de calor

Puello explicó que el choque de calor es el aumento de la temperatura corporal por encima de 40 grados cuando se está ejercitando.

“En cualquier actividad que demande ejercicio físico, sobre todo cuando el cuerpo empieza a adaptar al entrenamiento físico, en cualquier situación. En este caso, el personal civil a la vida militar”, puntualizó.

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