Lo caracterizan sus aportes culturales, su franquicia deportiva y la riqueza arquitectónica que aún conserva

El sector Los Pepines, ubicado en pleno centro histórico, es el más emblemático barrio con que cuenta el municipio de Santiago de los Caballeros, cuna de la sede del gobierno restaurador, lugar donde se cultiva el arte y la cultura y que ha visto nacer a artistas con renombre internacional. El dinamismo que aún mantiene le hace ser uno de los barrios más acogedores del municipio.

Su ubicación está delimitada desde la calle San Luis, donde se encuentra la fortaleza que lleva el mismo nombre y que fue construida por los españoles hasta la Santomé y por la calle Del Sol hasta la Estrelleta. Aunque menos industrializada, su mayor fortaleza es la parte cultural, con lugares emblemáticos como es la actual escuela experimental Emilio Prud’ Homme, ubicada en la calle 16 de Agosto y que fue el local que sirvió para alojar al gobierno restaurador de 1863 a 1865, en rechazo a la anexión a España.

El sector de Los Pepines lo caracterizan sus aportes culturales, su franquicia deportiva y la riqueza arquitectónica que aún conserva, a pesar de que muchas de sus viviendas antiguas o vernáculas han sido abandonadas por sus propietarios, mientras otras han sido reparadas y puestas en valor y hoy forman parte de sus atracciones. Es uno de los pocos barrios que queda casi todo integrado al denominado centro histórico de Santiago, donde existen negocios que constituyen toda una tradición.

Allí se encuentra además el viejo palacio de justicia que hoy sirve para la escuela de medicina y arquitectura de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. La parte comercial está ubicada en la calle Del Sol con la incorporación de bancos comerciales, negocios de comida rápida, tiendas de ventas de ropas y calzados.

En el sector Los Pepines se ubica el santuario La Altagracia, el tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes, oficinas prestigiosas de abogados como la José María Cabral y Báez, con más de un siglo de fundada. Su historia cultural permitió que la alcaldía de Santiago la tomara como referente para la realización de murales artísticos. Uno de ellos, fue hecho en la casa donde murió el patricio Matías Ramón Mella y Castillo.

Este emblemático sector vio nacer a artistas como Johnny Pacheco, impulsor de lo que más tarde se denominaría el género salsa y el cantautor Víctor Víctor. También allí está ubicada Casa Bader, un negocio de venta de comida árabe, que popularizó su tradicional quipe. También en el emblemático sector santiaguense lleva años funcionando el local de la Cruz Roja Dominicana.

Su historia

El aporte cultural es tal, que cientos de turistas, extranjeros o de otros pueblos del interior acuden a hacer un recorrido por los murales que recientemente fueron pintados por artistas del pincel de esta ciudad. Junto al sector de La Joya, Los Pepines es pionero en la participación del tradicional carnaval de Santiago con los llamados lechones pepineros, basado en la idiosincrasia local.

El historiador Edwin Espinal Hernández, autor de “Historia social de Santiago de los Caballeros, 1863-1900”, establece que la expansión física de la ciudad entre las décadas finales del siglo XIX y la primera década del siglo XX se caracterizó por el hecho de que, en el caso de los solares demarcados en los nuevos ensanches y expansiones de vías, su ocupación fue concedida a una población marginal, generando una marcada distinción frente a los lugares de habitación de otros grupos sociales.

Refiere que a diferencia de lo que se presentó en Santo Domingo con Gascue, Ensanche Lugo, Ciudad Nueva y La Primavera, en Santiago de los Caballeros surgió una ciudad informal, compuesta por las barriadas de La Joya, El Maco, Los Pepines y El Ensanche, hoy Baracoa. Espinal Hernández explica que su emplazamiento, su escala y las tipologías habitacionales implementadas en ellas implicaron una ruptura, constituyéndose en bordes respecto del trazado heredado de la ciudad.

En el caso de Los Pepines, la evolución de su consolidación fue resultado de la paulatina expansión de la ciudad hacia el este, sobre la franja de terreno colindante con la barranca del arroyo de Nibaje. Papito Rivera sostiene que “hasta prueba en contrario, el nombre de este barrio se debe al apellido de una larga familia de moradores del mismo. Allí nacieron el general Pedro (Perico) Pepín, gobernador y comandante de la plaza de armas de Santiago y la eminente e inolvidable gloria del magisterio nacional, señorita Ercilia Pepín”.

Sin embargo, el historiador aclara que Ercilia Pepín no nació en Los Pepines, pues de acuerdo a su acta de nacimiento, vino al mundo en Mari López, el 7 de diciembre de 1884, no 1886 como erróneamente han señalado incluso biógrafos. La referencia de Rivera es corroborada por el autor William Galván, quien recoge que este barrio surgió de la construcción de un puñado de caseríos de madera habitados por miembros de la familia Pepín.

Inicialmente contaba con una callejuela que empezó a llamarse la calle de Los Pepines, en honor a sus habitantes, que según Nicanor Jiménez, residente en la barriada, refiere es la calle Mella. Los que dieron nombre al sector fueron Ceferino (Pupa), Agustín, Cacú, Leona, Celestina (Mamina) – madre de José Pepín, a su vez padre de Ercilia Pepín- , Francisco (Inguín), Josefa (Pepa), Francisca (Panchita) y Pedro José (Perico) Pepín, hijos de Pedro Pablo Pepín, venezolano de Caracas, según los testimonios de Hostos Guaroa Féliz Pepín y María Paulina Pepín. Aunque el nacimiento de esos personajes se remonta al siglo XIX, el nombre del barrio se localiza por primera vez en 1909, en alusión a que dos personas pobres que vivían en “Los Pepines”, habían sido agraciadas con el premio mayor de la lotería.

El barrio tuvo al menos tres subsectores: el barrio Samaná, El Desagüe – al final de la hoy calle Luperón, por un desagüe que iba a dar a la barranca del arroyo de Nibaje – y el barrio de La Chancleta.

Destacan desarrollo

A sus 88 años de vida, Rafael Jeremías Reyes, nacido y criado en Los Pepines, rememora los tiempos en que el sector era pujante en la parte artesanal y negocios de fabricar zapatos.

Reyes era uno de los tantos propietarios de una zapatería con la cual levantó a su familia. Otros como el extinto líder de izquierda Onelio Espaillat, tenía allí una barbería. La tradición de la barriada ha permitido que muchos que se hicieron profesionales y que han ido a residir a lugares más acomodados, no pierdan la costumbre de regresar diariamente a las habituales jugadas de dominó.

También sigue siendo el sector con mayor cantidad de pulperías, es decir, un comercio con mostrador de madera y que expende productos tradicionales, los llamados mabí hechos con limón natural. El junte se motiva en lugares como el conocido como “Mi Novia” y en otros de ventas de cervezas, quipes o pastelitos, como el del Bolí, ubicado en la Vicente Estrella.

Casas antiguas le dan toque de tradición

Aunque no se ha hecho un inventario, en todos Los Pepines, la dirección de Patrimonio considera que el sector es el segundo con mayor cantidad de viviendas patrimoniales que existe en la ciudad de Santiago de los Caballeros. Fausto Ortiz establece que solo se ha delimitado un punto desde la Vicente Estrella hasta la calle Luperón que atraviesa por el frente a la iglesia La Altagracia. Sin embargo, es tomada como zona de amortiguamiento que le permite preservar los perfiles e identidades. También reconoce la integración de sus residentes en la preservación de los inmuebles y el carnaval.

Fausto Ortiz
Entre los ciudadanos de este sector hay conciencia de valoración de los inmuebles, al igual que con el carnaval y la música”.

Historiador

El sector Los Pepines fue siempre un lugar de familias trabajadoras con pequeños negocios, algunos con zapaterías o pulperías”
Rafael Jeremías Reyes
Los personajes que dieron nacimiento a este sector se remontan a casi dos siglos desde el XIX. El sector fue levantado en la informalidad”.
Edwin Espinal

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