Al hablar de la historia, la cultura y tradiciones de Santiago es imposible ignorar sus aportes.
wendy almonte
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La Joya es uno de los sectores más dinámicos y representativos de Santiago, valorado por ser parte del alma histórica de la ciudad, pues allí comenzó su fundación a orillas del río Yaque, por ser cuna de combates importantes para la independencia y un área significativa para el desarrollo de la expresión cultural. En esta zona, centro de acopio de la producción agrícola de la región en su hospedaje Yaque, funcionó un matadero municipal, que junto a los prostíbulos que existieron y los constantes pleitos le daban una mala reputación, pero con el paso del tiempo esto ha ido quedando atrás, dando origen a una barriada de gente trabajadora donde circulan unos 20 mil millones de pesos anuales.
Aunque muchos relacionan este barrio con la parte baja de Santiago, lugares emblemáticos como La Catedral Santiago Apóstol, la gobernación, el Centro de Recreo y el Centro de la Cultura quedan dentro de la jurisdicción de La Joya, pues su delimitación geográfica en sentido este-oeste inicia en la calle 30 de Marzo hasta el río Yaque, al norte está delimitada por la avenida Hermanas Mirabal y el sur por la avenida Mirador del Yaque.
Reynaldo Peguero, director ejecutivo del Consejo para el Desarrollo Estratégico de Santiago, al hablar de su barrio natal, informa que La Joya tiene una extensión territorial de casi un kilómetro cuadrado, alrededor de 2500 viviendas, casi 10 mil habitantes residentes, con un acceso diario en vialidad y vehículos por encima de los 30,000, los que entran y salen desde la avenida Valerio, el hospedaje y toda la zona de venta y de almacenes.
Algo que se ha dado con el paso del tiempo es una cantidad importante del cambio de uso de sus edificaciones, que tras ser viviendas familiares, han pasado a ser lugares de negocios. “Ese cambio se ha dado sin la debida normativa porque debió protegerse toda el área de carácter patrimonial desde la General López y Antonio Guzmán hasta la 30 de Marzo. Esa es un área patrimonial y debe protegerse. Ahí mismo también está aconteciendo el cambio de uso del suelo en donde muchos negocios se vienen instalando y a lo mejor no se ha dado condiciones para que preservando el patrimonio, se construyan soluciones habitacionales para residentes”, afirma Peguero.
En este sector fue en donde se comenzó a formar la ciudad de Santiago, en la Ribera del Yaque, tendiendo a crecer hacia el este. Su nombre le viene del término Olla, que es un área donde acaece una pendiente inundable generalmente, y donde se acumulaba gran cantidad de reservas que tienen que ver mucho con la capacidad que tenía el área de generar y traer almacenamiento de alimentos, de acuerdo a lo explicado por Peguero.
La Joya también era el lugar donde llegaban los árboles madereros que se cortaban en montaña sobre el río Yaque, pues allí había un aserradero donde cortaban la madera. “El área ha sido siempre de negocio y desarrollo, también es un área importante para el desarrollo de la cultura, pues de aquí surgió el lechón Joyero, característico del carnaval, los coches que hoy están en el monumento surgieron aquí, también era una zona de una clase media sobre todo la que está en la calle Independencia detrás del Parque Valerio donde se educaron muchas familias de Santiago”, precisa el director ejecutivo del CDES.
Para Peguero, esta es una zona de patrimonio, de grandes vivencias y grandes leyendas, pero también de grandes líderes, pues es la zona donde se dieron combates importantes para la Independencia, ya que cruzando el río llegaban las tropas invasoras de Haití, originándose grandes combates importantes, incluyendo los combates del general Fernando Valerio.
En La Joya hay centros de salud, centros educativos, fábricas, instituciones religiosas, viviendas colectivas, un centro deportivo, y las principales instituciones financieras tienen sucursales allí. “Es una fuente grande de empleos, es una fuente de orígenes y destinos de viajes, no es casual que de los puntos críticos de grandes obstrucciones al tránsito sea la avenida Valerio y el puente nuevo, la salida y la entrada de la ciudad”, explica Reynaldo Peguero.
La mayoría de empresarios que luego evolucionaron a banqueros, originalmente surgieron de la Avenida Valerio, que es la que divide la parte céntrica de La Joya, pues de ahí hacia la 30 de Marzo estaba la clase media. Allí, según explica Peguero, estaba el negocio de José Ureña quien fundó después el desaparecido Banco del Comercio.
Al Hospedaje Yaque, centro de acopio de frutas, vegetales y otros productos comestibles, llegaban las personas de diferentes pueblos como San José de las Matas, Moca y de la Línea Noroeste a vender sus productos, a las que se les ofrecía alojamiento; hecho que también dio origen al trabajo sexual porque había que ofertar entretenimiento nocturno a los visitantes.
Para hacer frente a esta realidad que creció y se propagó por todo el sector, un grupo de damas fundó la Escuela Yaque, con el fin de dotar a estas mujeres de otros oficios y es así como se inició la capacitación de estas en diferentes cursos técnicos que luego las incentivaron a tener sus propios negocios para ser sustentos de sus familias. “Por mucha prostitución también en la zona, Trujillo decretó esa zona como zona rosa de la ciudad en una época, la clasificó como zona de alta tolerancia para las actividades sexuales”, afirma Peguero, recordando que donde hoy día está la escuela Telésforo Reynoso estaba el matadero, y en su entorno había cuatro o cinco casas importantes de trabajo sexual. El área ha sido muy trabajada por Salud Pública en materia de prevención de enfermedades de transmisión sexual, con un programa que suple preservativos y le da mucho seguimiento a las trabajadoras sexuales que aún ejercen este oficio.
Sin embargo, Ricardo Rojas, quien tiene 85 años viviendo en La Joya, donde nació, asegura que este barrio ha cambiado en un cien por ciento, ya que recuerda que en tres o cuatro esquinas de donde vive habían hasta 15 cabarets que no existen hoy día. “Al matadero venía gente de todas partes del Cibao que no tenían el mismo vivir que nosotros, por eso se daban pleitos, hoy vivimos tranquilos, el problema que tenemos es común a otros barrios, personas que usan vicios”, expresó Rojas. Al hablar del cambio, alega que ya no están los cabarets, ni los billares, donde había un matadero hay una escuela, y donde había dormitorios de prostitutas hay comercios. Cree que con el paso del tiempo se volverá más comercial, citando calles como la Manuel Hungría, la Capotillo y Anselmo Copello, donde los negocios llegan hasta la Avenida Mirabal.
Una demanda de los comunitarios es la pronta conclusión de los trabajos de remozamiento del parque Plaza Valerio, su principal lugar de entretenimiento y pulmón ecológico, que están prácticamente paralizados; así como el rescate del Museo Folclórico Don Tomás Morel, lugar que está en total abandono y deterioro progresivo, y se desconoce la suerte que han corrido los objetos que eran parte del patrimonio del carnaval de Santiago y otros elementos importantes de la cultura e idiosincrasia dominicana.
Una tradición que identifica a La Joya
Una marca de La Joya la constituyen sus lechones, con su característica careta con chifles. Actualmente, en la barriada hay unos cuatro grupos de lechones que se esmeran en dar color y mantener el entusiasmo en esta tradición para cada año llevar alegría a la fiesta del carnaval de Santiago. Gustavo Martínez, del grupo de Lechones Los Joyeros, relata que la historia de la careta joyera se origina en los enfrentamientos que se daban pueblo arriba y pueblo abajo, llámese Los Pepines y La Joya, ya que el carnaval se caracterizaba por los pleitos, surgieron las caretas con chifles.
Saneamiento
Hay que hacer la intervención para un Merca Santiago, el hospedaje puede quedarse como un centro importante de venta, pero no el gran mercado que es hoy”.
Protagonistas
Ricardo Rojas
Reynaldo Peguero
