Ese es el título del más reciente filme de Román Polanski, donde enfoca el arte como herramienta de crisis y al artista a la vera de alguna; tal cual lo hizo con su anterior La Venus de las pieles (sublime teatro filmado). En este, hacen de las suyas dos formidables actrices en excelentes personajes, como es marca registrada en este maestro del cine. La historia presenta a una escritora de gran éxito editorial y literario pasando por un momento de crisis creativa. Su vida cambia radicalmente al conocer a una fanática, una admiradora que se presenta como la salvadora para ayudarla a salir de ese momento (por el que no dejan de pasar quienes dedican sus vidas a contar historias). Una vez que se plantea por donde va la historia es obvio -para quien escribe- en qué parará la historia pues es cosa ya vista. No obstante, el guión se arma de todas las herramientas del thriller y lo usa (un poco a lo Hitchcock) prometiendo tensión. El género es traicionero pues se debe buscar instantes en los que se deben transmitir las consabidas informaciones, siempre entre líneas para no ser demasiado obvio y que puede matar el interés del espectador. Pero, ¿qué sucede? Ocurre que, si jamás se escribió siquiera y bien seguido más allá de 300 palabras contando algo, es muy posible que muchos elementos componentes de la historia pasen desapercibidos. Esto sucede porque el director decidió anular esos instantes, borra la obviedad -como suele hacer- y en su lugar procura elevar la atmósfera de paranoia que va creciendo entre los personajes con lo que nos da misterio, y logra crear en la platea atenta la duda sobre qué debe estar pasando, y ya no nos importa en qué parará todo. Muy propio del genial Polanski que siempre renuncia a la acción y el suspense para darnos intriga, y aun después de ver el filme uno se dice ¿qué quiso decir en tal o cual momento? Y ver un filme más de una vez suele darnos interpretaciones varias y diferentes. Es lo que ocurre cuando se maneja el metalenguaje con exquisitez. En este filme, apreciamos la magia con el montaje de los planos que van de primeros planos a entrar fuertemente en los rostros. Y nos dice mucho más, pues con eso advertimos que es más importante lo que le sucede a los personajes que lo que ocurre a su alrededor.

HHHH Género: Thriller psicológico. Duración: 110 minutos.

Posted in Crítica Cine

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