Experto en tránsito y transporte considera que la modernidad e integración del servicio llegó muy tarde

La puesta en operación del Metro, en 2008, abrió el abanico de opciones del transporte público de pasajeros en República Dominicana, país que ha logrado conectar por tierra y aire varios municipios de la provincia Santo Domingo con el Distrito Nacional.

En la actualidad, el transporte urbano se ofrece en motocicletas, carros de concho, guaguas “voladoras”, taxis, dos líneas de metro, una flotilla vehicular de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA) y el teleférico.

Pero para emprender este vuelo, pasó un largo trayecto que inició en 1920, con la incorporación del carro de concho, que surge para satisfacer la demanda de pasajeros que necesitaban llegar al centro urbano, según registra la “normativa para la prestación del servicio de transporte público de pasajeros” elaborada por la eliminada Oficina Técnica de Transporte Terrestre (OTTT).

“Los conchos” constituyen el 80 % de la flotilla vehicular del transporte de pasajeros en el Gran Santo Domingo, revela un levantamiento, realizado en el 2012 por dicha entidad. Es decir, de 20 mil unidades que operan en esa demarcación, cerca de 17 mil son vehículos de mínima capacidad.

Han pasado seis años de este estudio y de acuerdo con la directora del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), Claudia Franchesca de los Santos, las estadísticas no han cambiado mucho.

Una de las modalidades de transporte más populares en las vías del Gran Santo Domingo y otras ciudades y pueblos del país es el “motoconcho”. Surge en 1978 en el municipio de Haina e inicia su expansión en 1982, producto de una crisis de combustible que provocó la caída del sistema de transporte público de pasajeros.

La mayor inversión en materia del transporte se ha concentrado en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, cuya población estimada en 3.3 millones de habitantes genera 3.0 millones de viajes en transporte público de pasajeros por día, según un estudio de la autoría de Onéximo González, especialista en tránsito y transporte.

El documento explica que dicha demanda es satisfecha por una flota de 21,500 vehículos de baja capacidad, compuesta por 16,500 carros de concho, más 2,200 carros piratas y 2,800 micro y minibuses (voladoras), con edad superior a 25 años.

Se identificó que el 8.1% de los 3.0 millones de viajes en transporte público se realizan en motocicletas (motoconcho).

Para la publicación de la investigación, existían 160 autobuses de la OMSA, que representaban un 3.5% del total de viajes realizados. En tanto, las líneas 1 y 2 del Metro de Santo Domingo realizaban el 6.4% de los desplazamientos diarios. Ambos servicios, brindados por el Estado, apenas representaron el 10 % de los viajes, lo que deja entrever que el 90 % de la demanda fue cubierta por sindicatos y federaciones de transporte público, hoy categorizados como empresas.

De acuerdo con declaraciones del director de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA), Héctor Mojica, la institución mueve alrededor de 80 mil pasajeros de lunes a viernes; aproximadamente 55 mil los sábados y cerca de 32 mil los domingos.

La última memoria de la Oficina Técnica para el Reordenamiento del Transporte (Opret) registra que en año 2017, en la red del Metro de Santo Domingo se transportaron cerca de 77 millones de pasajeros, para un aumento de 4% respecto al año anterior, de éstos, el 60% usó la Línea 1 y el restante 40% abordó la Línea 2.

Los trenes del Metro transportan un promedio diario de 275 mil personas, pero en la actualidad la demanda supera su capacidad en las horas pico. El Gobierno se propone incorporar nuevos vagones para ampliar la cobertura.

“Usualmente, los días laborables (lunes a viernes) son de mayor tráfico en donde se promedian 275,630 usuarios, obteniendo la Línea 1 la mayor partida con el 60% de usuarios; el restante 40% es de la Línea 2. Los sábados y días festivos son menos concurridos, durante los cuales el promedio es de 162,841 y 80,777 usuarios transportados, respectivamente, con la seguridad y rapidez que caracteriza al Metro de Santo Domingo”, detalla la memoria 2017 de la Oficina Para el Reordenamiento del Transporte (Opret).

Se espera que en el mes de julio lleguen al país los primeros vagones para la entrada en funcionamiento de la Línea 2B del Metro, que con una extensión de 3.6 kilómetros y cuatro estaciones, conecta Santo Domingo Este con el Distrito Nacional.

El Metro de Santo Domingo ofrece un servicio a la población de lunes a domingo de 6:00 de la mañana a 10:30 de la noche. Para efectuar su pago, el usuario utiliza una tarjeta electrónica o desechable. El precio por boleto es de 20 pesos y el tiempo de espera promedio entre cada tren es de cinco minutos.

Con la línea 2B, suman 34 las estaciones ferroviarias ubicadas en puntos estratégicos del Distrito Nacional, Santo Domingo Norte y la Zona Oriental.

Un transporte aéreo

Siguiendo los pasos de otros países de Latinoamérica, el Gobierno dominicano se embarcó en la construcción de un sistema de transporte público por cable bajo el nombre Teleférico de Santo Domingo. La primera fase fue inaugurada el 22 de mayo del año en curso.

La Línea I consta de cuatro estaciones. Sus cables enlazan los barrios Gualey, Distrito Nacional; Los Tres Brazos, Santo Domingo Este; Sabana Perdida, en Santo Domingo Norte; cubriendo el cruce entre la avenida Charles de Gaulle y carretera La Victoria.
Este moderno sistema de transporte colectivo, con capacidad de transportar a seis mil personas por hora, está llamado a beneficiar a un promedio de 287 mil 432 usuarios.

“En la actualidad las actividades de tránsito y el transporte terrestre constituyen uno de los mayores problemas sociales en la República Dominicana y unos de los gastos más importantes de la canasta familiar de los hogares dominicanos sobre el 25%”, revelan estudios presentados por la Unidad para la Readecuación de La Barquita y Entornos (Urbe),entidad responsable de la construcción del proyecto.

Una de las principales debilidades del transporte que se desenvuelve en las vías públicas de las ciudades del país es el tiempo invertido en un viaje, que se alarga por el congestionamiento vehicular en las horas pico. Con el Teleférico se busca reducir el tiempo de recorrido de 90 a 20 minutos en la ruta desde Gualey a Sabana Perdida. El Gobierno tiene la intención de extender el servicio. Recientemente, el presidente Danilo Medina anunció formalmente la ampliación de este sistema hacia Los Alcarrizos y Santo Domingo Oeste.

Especialista afirma ha faltado planificación

Víctor González, docente de la carrera de Ingeniería Civil y profesor de la asignatura Ingeniería de Tránsito y Transporte del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), consideró que aunque en los últimos años los gobiernos empezaron a adoptar medidas tendentes a la colectivización del servicio, hay males a combatir que, a su juicio, si no se enfrentan, los efectos de los esfuerzos no se verán a largo plazo. Explicó que la no disponibilidad de un transporte formal, económico, cómodo y seguro ha llevado a las personas a buscar soluciones individuales de movilidad, incrementado así el parque vehicular y causando taponamientos en el tránsito de una ciudad en crecimiento.
“Ha sido muy tardía la reacción y la planificación ha brillado por su ausencia. Realmente creo que no ha ido acorde al crecimiento de la necesidad de movilidad”, sostuvo.

El especialista precisó que ante la falta de planificación, la ciudadanía ha tenido que utilizar el transporte servido bajo la modalidad de concho, caracterizado por la baja capacidad que, en sus palabras, no contribuye a la solución del problema, por el contrario, lo agrava.

Evaluación
Ha sido muy tardía la reacción y la planificación ha brillado por su ausencia. Realmente creo que no ha ido acorde al crecimiento de la necesidad de movilidad”.

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