Santiago. Las dos horas de lluvia del pasado domingo anegaron 150 viviendas y dejaron al descubierto la fragilidad de las zonas propensas a las inundaciones en esta ciudad.

También se evidenciaron las consecuencias de arrojar basura a ríos, arroyos y cañadas. Los daños causados por el fuerte aguacero que afectó a los barrios Duarte, La Cacata, La Gloria y El Ingenio Abajo, obligaron a sus propietarios a sacar sus ajuares y refugiarse en casas de amigos y vecinos, lo que es atribuido a la cantidad de desperdicios que son lanzados a las fuentes acuíferas.

La Defensa Civil hizo un levantamiento en Cienfuegos para determinar la magnitud de los daños, según informó Francisco Arias, director del organismo de socorro. En la provincia Santiago se estima que aproximadamente 17 mil familias residen en las 90 zonas vulnerables propensas a inundaciones y deslizamientos de tierra. La gran cantidad de agua caída ocasionó, además, que las principales calles y avenidas resultaran afectadas.

Arias atribuyó las inundaciones urbanas a la cantidad de basura que lanzan las familias que residen en zonas vulnerables a las cañadas y arroyos. Asimismo, criticó que la mayoría de estas viviendas son construidas por debajo del nivel de las calles, lo que facilita que puedan resultar anegadas.

“Estamos pidiendo a las comunidades que sean consecuentes y no lancen basura y todo tipo de desperdicios a las cañadas, debido a que cuando caen lluvias como estas, son las mismas personas que residen en zonas vulnerables las más afectadas”, apuntó Arias, al referirse a la situación. Ayer, la mayoría de familias que resultaron afectadas por las inundaciones comenzaron a retornar a sus casas y a sacar el agua y lodo que dejaron las lluvias, atribuidas a un frente que se estacionó solo en Santiago.

El pasado fin de semana se registró un ventarrón en varias comunidades de la Línea Noroeste que provocó la caída de árboles.

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