Cuando mi mamá compró su primer carro, en los tempranos 70, llegamos a ver a su paso por determinadas comunidades a gente decir asombrada “¡Miren, una mujer manejando!” Aquella no era aun una escena común para esos tiempos. Son recuerdos del avance femenino y aunque todavía falta mucho por alcanzar en materia de igualdad de género, en Occidente estamos bien lejos de lo que sucede en otras esferas. Ahora es cuando las saudíes logran el derecho a conducir, tras una larga lucha de más de 30 años. Ya no dependerán de choferes asalariados y entusiasmadas hacen largas filas para aprender a conducir. Es algo insólito que muestra cuán irracionales pueden ser ciertas sociedades patriarcales. Sigamos avanzando, mujeres de allá y aquí.

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