Mientras Estados Unidos se inquieta por el descenso de su influencia en el mundo, estos actores representan la arista cinéfila de los deslices del país: han sido elegidos por los más poderosos magnates del celuloide para encarnar a héroes estadounidenses en auténticos taquillazos de Hollywood. Sólo que un pequeño detalle salta a la vista: en realidad, proceden de Gales, Inglaterra y Alemania.
Estados Unidos lleva tiempo subcontratando su producción a China y otros países más baratos. Y ahora subcontrata también a sus superhéroes, incluida la «sagrada trinidad»: Batman, Superman y El Hombre Araña.
Bale, un elegante galés de 37 años que acaba de ser coronado con un Oscar por «The Fighter», encarnará a Bruce Wayne por tercera vez en la próxima secuela de Batman, «The Dark Knight Rises», en la que sin duda utilizará sus extraordinarios poderes para salvar a los buenos ciudadanos de Gotham del innombrable villano.
Se une a él en este exclusivo club de superhéroes extranjeros Andrew Gardfield, que protagonizará «The Amazing Spiderman», prevista para 2012. Aunque Gardfield nació en Estados Unidos, desde que tenía tres años se crió en Inglaterra.
Su papel de hombre araña supone su tercera aparición en una gran producción de Hollywood, después de una aclamada interpretación en «The Social Network» y un papel secundario en la película fantástica «The Imaginarium of Doctor Parnassus».
Henry Cavill es más conocido entre el público por su interpretación del testarudo Enrique VIII en la miniserie «Los Tudor», pero su oscura intensidad hizo que fuera la primera opción del director Zack Snyder y el productor Christopher Nolan en el casting para encarnar al icónico Superman que Warner Bros. Revivirá en la gran pantalla.
Michael Fassbender tendrá un papel esencial en «X-Men First Class», en la que dará vida al archivillano Magneto. Y lo hará frente a otro superhéroe extranjero: el australiano Hugh Jackman. Fassbender saltó al panorama internacional de la mano de Quentin Tarantino y sus «Inglourious Basterds», donde el alemán daba vida nada menos que a un oficial británico. En su filmografía figuran «Jonah Hex» y «Knockout», y actualmente está en cartel con el filme «Jane Eyre».
«Michael rezuma carisma y es un actor brillante», dijo recientemente el cineasta Mattew Vaugh. «Paul Newman, Robert Redford, Steve McQueen… Ya no hay tantos que, como ellos, lleven su personaje dentro y fuera de la gran pantalla. Y Michael lo es».
Pero, ¿qué hay detrás de esta tendencia? ¿Es realmente un símbolo de la decadencia estadounidense? Paul Dergarabedian, analista de taquillas para Hollywood.com, opina que no se trata sólo de que los productores quieran mejores actores por menos dinero, como hicieron los fabricantes de coches con los vehículos japoneses y la electrónica «made» in China.
«Con una taquilla internacional que cosecha mejores cifras que la estadounidense, los productores buscan intérpretes con un atractivo internacional», dijo.
Además, los agentes de casting prefieren con frecuencia a actores menos conocidos para encarnar estos papeles icónicos, de forma que no vengan con «equipaje». «El público no tiene nociones preconcebidas sobre ellos, de modo que los pueden identificar plenamente con el personaje», añadió.
Y es que atraer talentos extranjeros a producciones de Hollywood es una tradición tan venerable en la industria cinematográfica como en otros sectores estadounidenses. «Este país se ha construido atrayendo a los mejores talentos de todo el globo y americanizándolos», afirmó Dergarabedian. «Hollywood no es diferente».
Puede que sus afirmaciones no consuelen demasiado a los patriotas de ala dura que lamentan el declive de otro símbolo del dominio estadounidense. Pero al menos hay un superhéroe cuya nacionalidad sí coincide con las barras y estrellas de su uniforme: Chris Evan, oriundo de Massachusetts, será el protagonista de «Captain American: The First Avenger», que llegará a los cines este año. Y lo que es mejor: está dirigida por el texano Joe Johnston.
