Río de Janeiro,(EFE).- Los países de Latinoamérica tienen que invertir en innovación para aprovechar la que promete ser la década de la región y alcanzar los niveles de desarrollo de Asia, coincidieron hoy los participantes en el Foro Económico Mundial para América Latina.
Según los líderes políticos y empresariales que participaron en la sexta edición del foro regional, que concluyó hoy en Río de Janeiro, América Latina es la segunda región del mundo que más crece después de Asia pero aún tiene que invertir en educación, ciencia, tecnología e innovación para llegar al primer lugar.
«Tenemos que pasar de la exportación de materias primas y de la maquila a la exportación de servicios de mayor valor agregado, como tecnologías de comunicación e información, software y biotecnología», afirmó el presidente de República Dominicana, Leonel Fernández, al intervenir en la clausura del evento.
El gobernante dominicano dijo que a América Latina le espera un «gran futuro por delante y una década de crecimiento» porque posee recursos naturales abundantes, especialmente energéticos, mineros y alimenticios, que están actualmente entre los más demandados del mundo, especialmente por China.
Fernández agregó que, pese a que esas riquezas pueden garantizar el crecimiento de la región en los próximos años, América Latina no puede limitarse a ser un exportador de materias primas y tiene que invertir en innovación para darle valor agregado a sus productos.
«Tenemos razones para esperar que esta década sea la de Latinoamérica, pero para que consigamos un desarrollo sostenido tenemos que vincular la investigación, la ciencia y la tecnología con el sector productivo», dijo por su parte el secretario de Economía de México, Bruno Ferrari de García de Alba.
Según el funcionario, los Gobiernos de la región necesitan poner en marcha prioritariamente políticas de incentivo a la innovación.
El secretario mexicano dijo que sólo superando desafíos como el de la educación y la innovación, América Latina puede «aprovechar las oportunidades que surgen y hacer realidad la previsión de que ésta es la década de la región».
Para el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, la región ha avanzado mucho en los últimos años en la reducción de la pobreza y de las desigualdades y ahora enfrenta nuevos desafíos para garantizar su desarrollo sostenible.
Moreno citó las políticas distributivas de países como México y Brasil que permitieron, en el caso de éste último, que 30 millones de personas salieran de la pobreza.
«Eso permitió el surgimiento de una importante clase media con apetito de novedades y servicios, pero que requiere de educación y calificación», dijo.
El presidente del fabricante brasileño de aviones Embraer y copresidente del Foro Económico, Frederico Fleury Curado, instó igualmente a los Gobiernos a adoptar políticas de incentivo a la ciencia y la tecnología, y aclaró que las empresas no pueden esperar que la innovación sea financiada sólo con recursos públicos.
«Sin innovación no hay desarrollo. Pero tenemos que entender que no se trata sólo de una responsabilidad del sector público sino de un esfuerzo mutuo», dijo.
«Estoy de acuerdo en que ésta es la década de América Latina si logramos aprovechar las oportunidades y cooperar incluso en la innovación», agregó.
En ese sentido citó la iniciativa de Embraer de firmar acuerdos con empresas de países como Colombia, Argentina y Chile para desarrollar en conjunto el nuevo avión de transporte militar que pretende lanzar para competir con los Hércules de EE.UU.
«Estamos buscando otras empresas que quieran compartir la inversión y participar en la innovación», dijo Fleury Curado al defender acuerdos de cooperación en innovación entre los Gobiernos y las empresas de la zona.
La presidenta de la compañía estadounidense Bain & Company e igualmente copresidente del Foro, Orit Gadiesh, destacó que los casos más exitosos de América Latina son precisamente los que han invertido en la innovación.
Gadiesh citó la tecnología desarrollada por la petrolera Petrobras para explotar las reservas de crudo descubiertas en aguas muy profundas del Atlántico y las innovaciones agrícolas que convirtieron las sabanas de Brasil en el mayor granero mundial.
