A Gnómico ya se le puede regalar el próximo Día del Padre; eso, sin saber siquiera si ya tiene hijos biológicos. No importa. Es todo un hecho que engendró uno bastante esperado y especial: su primer disco. ¡Puja, Gnómico, puja!
Y bueno, ese viaje que ha dado la cigüeña hay que celebrarlo. ¿Por qué? Porque es un exponente de la música urbana que se toma su tiempo para impregnar en sus canciones letras más allá de lo que abunda en ese género: “Oh, yo soy tu papi”… “Lalala, que a mí todo el mundo me quiere tirar, pero no van a podé” y todos esos bla, bla, bla.
Su hip hop baila a otro ritmo, y canta a otro idioma. Quizás por eso ha reconocido que es un “Anti-establecido”, y ha decidido llamar así a su primer “bebé”.
Es el primero para Gnómico, pero es el noveno para Retajila Club, una entidad que creó el cantantante y compositor José Antonio Rodríguez que auspicia y estimula a artistas locales “no solo con la adquisición de sus discos, sino con sus trabajos en la escena”,
Antiestablecido, ese “niño”, no es más que una propuesta musical en la que Gnómico se quemó las pestañas y y también quemó motores cerebrales para fusionar un hip hop con varias corrientes musicales; ah, pero sin dejar la ironía, el deseo de dejar un mensaje y pese a lo divertida que pueda escucharse la canción, entre rapeo y rapeo, le dice a la sociedad sus cuantas verdades. ¡Tituá!
Casa de Teatro fue el escenario para que Gnómico celebrara su “paternidad”, y además, unas horas más tarde, compartiera escenario con el propio José Antonio. De ahí surgió una mezcla bohemia, sarcástica, pero bien dominicana. En fin, distinta… donde Gnómico demuestra que por más “Anti-establecido” que sea, caramba, entre los oídos de ustedes… quiere establecerse. Denle el chance, ombe.
