Medianoche en París
Woody Allen es una fuente inagotable de ese ingenio, esos puntos de vista tan disímiles e insignificantes que se producen sólo en la vida real, de esas historias tan sencillas pero al mismo tiempo tan complejas, de ese humor sarcástico (e intelectualmente tan elevado) que lo han colocado en un punto artístico sin comparación.
Medianoche en París, que no es su mejor película (quizás a ello debemos que hoy sea la más taquillera de todas sus producciones estrenadas en Estados Unidos) es un homenaje al romanticismo, al primerísimo primer mundo cultural que se ha incubado en la ciudad homenajeada por el meticuloso director, esa gran urbe que da título a su nuevo filme.
Si bien es cierto que Allen inevitablemente se ha venido repitiendo en líneas que dan personalidad a un escritor en ciernes, o uno estancado en el punto muerto entre un best seller anterior y un libro por llegar, remítase por ejemplo a You Will Mett a Tall Dark Stranger del año pasado, también hay que apuntar que esos personajes estrambóticos, extraños y persistentes van desarrollándose en escenarios distintos, rodeados de otros personajes riquísimos que redondean las divertidas comedias del veterano guionista.
Tenía que ser París la ciudad donde se ambienta este nuevo filme: asistimos a encuentros nostálgicos con Salvador Dalí, Luis Buñuel, T.S. Elliot, los Fitzgerald, Pablo Picasso o con un Ernest Hemingway en juventud salvaje (con unas breves líneas que
hoy liberan el deseo de cualquier chica contemporánea con ganas de salir volando a París y experimentar allí la aventura de su vida).
Cada uno de estos personajes está puntualmente recreado, con citas y apariciones que justifican sus actuaciones, protagonizando momentos matizados por una atmósfera y ambientación que erizan la piel. Porque de eso sabe Woody Allen.
De cómo recrear épocas, de cómo seleccionar las canciones que van introduciendo escenas que se hacen necesarias en una producción de presupuesto limitado pero de ideas inagotables. Y ponerse en las manos de un director de su bagaje, es tener la oportunidad de lograr actuaciones disfrutables, como es el caso de un Owen Wilson que nunca habíamos imaginado en su rol de intelectual. Allen se da el lujo de tener a una Carla Bruni, Primera Dama de Francia, en un personaje menor y a otros nombres menores que están a la altura de lo que aspira el director.
Woody Allen vuelve a sorprendernos con una historia simple y compleja a la vez. Moraleja: el ser humano vive constantemente maldiciendo el presente, porque siempre fue mejor el tiempo pasado.
Medianoche en París HHHH Dirección y guión: Woody Allen. Int: Owen Wilson, Rachel McAdams, Kurt Fuller, Mimi Kennedy, Michael Sheen, Nina Arianda y Carla Bruni. ©Título original: Midnight in Paris. ©País: España/Estados Unidos. ©Duración: 94 mins. Año: 2011. ©Género: Comedia romántica.
