Este es su tercer matrimonio. Tiene 85 años pero el ímpetu y la pasión por la vida de una mujer de 30… o menos. Descendiente de una de las familias aristocráticas más importantes de la nobleza Ibérica, María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart y de Silva, -como fue bautizada- ha decidido caminar al altar el próximo mes de octubre del brazo Alfonso Díez, funcionario estatal 25 “añitos” menor que ella.
Es que para Cayetana para el amor no hay edad. Y no tiene que jurarlo porque no nos queda la menor duda. No le ha valido la oposición de sus hijos y la comidilla de la prensa española: la boda va.
Ella asegura que Alfonso ha renunciado a todo y que solo la quiere a ella. Ha de ser así, porque parte de sus bienes pertenecen a una fundación, y los demás se han repartido entre sus seis hijos y su nieto mayor. La repartición de los bienes del poderoso ducado de Alba se ha interpretado como “un acuerdo” en aprobación del matrimonio.